Amelia no pensaba casarse tan pronto, ahora debía decidir entre 3 hombres y en solo 6 meses cuando su tía la lleva a un lugar extraño para calmar su rebeldía.
"¿Podrías decirme que hacemos aquí?"
"Querida, Lía, uno de ellos es tu futuro esposo. Bien...
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—¿De verdad le dijiste eso?, eres una perra sin corazón— Mila me dice mientras ambas reímos y salimos del baño de la recepción.
—Me harté, y se que dije cosas que no debía y quizás que no sentía pero en ese momento mi boca hablaba sola— respondí y ambas caminamos de vuelta al jardín.
—Creí que El Rey y tú tenían algo serio.
—Ahora ya no se que va a pasar con nosotros— alcé mis hombros y suspiré— Pero no hablemos más de eso, no quiero arruinar este día con mis problemas.
Mila asintió y llegamos hasta el área de la piscina donde Harry estaba esperándonos.
Hoy quizás fue un día mejor que todos en esta semana, no he querido cruzarme con Michael desde nuestra discusión en el elevador hace dos días, se me hacía tan raro no hablar por mensajes, ni llamarnos por las noches, o dormir juntos ni desayunar juntos, ni siquiera vernos. Era raro y lo extrañaba, pero soy tan terca que no quiero aceptar lo que estoy sintiendo por él.
No quiero perder la cabeza todavía.
Así que decidí no tirarme a llorar o repetir la historia de lo que me pasó con Peter, simplemente seguiré con mi vida en el Campo y esperaré a que pasen los dos meses que aún me quedan aquí para al fin tomar una decisión de quién será mi esposo.
Con Mila nos pusimos de acuerdo para pasar una tarde en la piscina, yo llamé a Harry y él estuvo tan animado de venir y acompañarnos, el día estaba bonito y almorzamos aquí, nadamos los tres un rato y hace una hora estábamos tomando el sol a la orilla de la piscina.
Teníamos trajes de baño, el aire nos refrescaba y era un momento agradable, Mila se llevó bien con Harry y él y yo nos estábamos divirtiendo.
Tuvimos que rogarle un poco, pero convencimos al pelirrojo de traer a escondidas una botella de vino para que los tres la pasáramos mejor, y si, la pasamos super. Pero el vino en nuestra sangre y el aire no eran una buena combinación ya que ahora estábamos algo ebrios.
Pero muy animados.
—Heyyyy, ahí está mi linda chica otra vez— Harry viene hacia mi en cuanto llegamos y besa mi frente. Hablaba gracioso a consecuencia del vino.
—Que bonito cabello— le miré riendo como una idiota.
—Si... todos tenemos un bonito cabello— Mila interviene riendo conmigo. Bueno, realmente todos estábamos hablando gracioso y casi sin sentido.
—¿Qué tal si vamos a bañarnos y bajamos en una hora a la cafetería para cenar juntos?— Harry sugiere pasando uno de sus brazos atrás de mi hombro.
