Amelia no pensaba casarse tan pronto, ahora debía decidir entre 3 hombres y en solo 6 meses cuando su tía la lleva a un lugar extraño para calmar su rebeldía.
"¿Podrías decirme que hacemos aquí?"
"Querida, Lía, uno de ellos es tu futuro esposo. Bien...
—Mike, quédate quieto, mami necesita tomar estas fotos— lo jalé suavemente alejándolo de la escenografía que armé.
—Pero tengo hambre— se quejó.
—Solo dos más— apunté la cámara para capturar y apreté el botón del flash.
Oh si, 6/7.
—¿Podemos ir a comer a McDonald's, mami?— me doy la vuelta y mi hijo estaba viéndome ahí parado junto a la ventana con un lindo puchero en sus labios.
—Cuando Harry llegue pregúntale si te lleva— le sugerí— Aún me queda una foto por tomar.
—Pero no se a que hora venga— Mike se cruza de brazos y se sube a sentarse a regañadientes en el sofá.
Tenía cinco años y es muy caprichoso a veces, pero Harry lo consciente mucho, no me quejo, sin embargo, mañana inicia el colegio y necesito que se porte bien.
Las cosas entre los tres han transcurrido bastante bien, mi vida como madre, esposa, dueña del Campo y mi vida social son cosas distintas pero aprendí a manejarlas todas.
Me dedico a la fotografía en mis tiempos libres, siempre me gustó tomar fotos, desde que era una adolescente, y ahora que tengo 22 años puedo hacerlo un poco más profesional y experimentar con muchas más cosas. Mi esposo es el ejemplo y mi hijo también.
—Llegué, la tubería estaba atascada pero logré arreglarla— un Harry cansado y con pequeñas gotas de sudor cayendo por su frente entró desde la puerta trasera de la casa. Solo traía unos pantalones y una camisa blanca de tiras que le quedaba a la perfección.
Me serviría para mi ultima foto del día.
—Harry, mami no quiere llevarme a McDonald's— Mike corre a los brazos de mi esposo y este lo carga inmediatamente.
—Estoy tomando fotos— me defendí riendo y mirándolos a los dos.
—Te llevaré yo, mamá está ocupada— Harry toca la punta de la nariz de mi bebé— Pero primero iré a darme una ducha y después iremos por McDonald's y por un helado, ¿te parece?
—¡Si!— Mike alza sus bracitos— Gracias, Harry— él se baja de su agarre y se va feliz hacia su habitación.
—Lo consientes mucho, Harold— puse mis manos en mi cintura.
—Es solo un niño, Lía, le gusta que lo consientan— él camina hasta mi— ¿Vendrás con nosotros?
—Si, pero primero serás el modelo de mi ultima foto— sonreí y tomé su mano jalándole, hice que se sentara en una silla cercana y la luz del sol daba en su esculpido rostro, se veía guapísimo como siempre.
—Bien, ¿Qué quieres que haga?—Harry ríe.
—Solo pon una mano en tu mejilla, mira al techo y que se vean tus anillos, los amo— indiqué y pegué la cámara a mi ojo cuadrando a Harry.
Él hizo una pose exacto como se la pedí y tomé mi ultima foto.
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