Amelia no pensaba casarse tan pronto, ahora debía decidir entre 3 hombres y en solo 6 meses cuando su tía la lleva a un lugar extraño para calmar su rebeldía.
"¿Podrías decirme que hacemos aquí?"
"Querida, Lía, uno de ellos es tu futuro esposo. Bien...
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1 AÑO DESPUÉS
—Linda, llegarás tarde a la escuela— Michael baja las escaleras de nuestra habitación y camina hasta la cocina donde yo estaba preparándole el café de todas las mañanas.
—Tranquilo, mi primera clase se canceló y Mila me dijo que entraríamos hasta la segunda— le avisé colocándole la taza de café sobre la barra de la cocina— Está caliente, cuidado.
Michael asintió y comenzó a tomar de la taza con cuidado, mientras me puse a guardar todo lo que usé.
Mi novio vestía uno de sus típicos trajes aunque esta vez usaba una corbata, él cortó su cabello hace unos meses y ahora lo tenía lindo, parecía otra persona ya que me había acostumbrado a verlo con su típica melena rizada larga.
Pero igual con el cabello corto y sus lindos rizos se veía guapísimo.
—¿Ya estás lista?, iré a dejarte a la preparatoria— dice tomando más de su café.
—Sabes que puedo irme en autobús o llamarle a Mila para venga por mi— reí una vez que limpie un poco la barra de la cocina y lavé mis manos— A veces creo que eres tú el que llega tarde al trabajo.
—Soy mi propio jefe, unos minutos no me harán nada, además de que Louis ya sabe que todos los días llego 20 minutos tarde y me voy 20 minutos antes para ir a buscarte a la escuela— alza una de sus cejas.
Sonreí y me acerqué a él para darle un pequeño beso.
—Vámonos— le guiñé un ojo y caminé a la sala donde dejé mi mochila.
—Ya casi termino mi café!— oigo su grito desde la cocina y me causa gracia eso. Salí a la entrada y me subí al auto en el asiento de copiloto.
Acomodé un poco mi uniforme escolar y esperé a mi novio mientras le envié un mensaje a Mila.
Amelia: Michael irá a dejarme a la escuela ahora, te veo en la sala de lectura en quince minutos.
Mila: No jodas, Gerardo apenas se está vistiendo.
Amelia: Pues dile a tu novio que se apure!!
Mila: Ugh, bien.
Reí una última vez y minutos después Michael subió al auto con un portafolios que dejó en la parte de atrás, encendió el motor de su lujoso Audi negro y empezamos a avanzar para salir del fraccionamiento.
—El café de esta mañana te quedó mejor que todos los anteriores— él sonríe mientras observa la carretera.
—Ya casi aprendo a hacerlo bien— sonreí también.
Ha pasado un largo año en mi vida, o más bien en nuestras vidas, ahora ya no soy una chica de 16 pues hace tres meses cumplí 17 años y mi lindo novio me llevó a la playa para celébrarlo.
