Amelia no pensaba casarse tan pronto, ahora debía decidir entre 3 hombres y en solo 6 meses cuando su tía la lleva a un lugar extraño para calmar su rebeldía.
"¿Podrías decirme que hacemos aquí?"
"Querida, Lía, uno de ellos es tu futuro esposo. Bien...
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—¡Deja de tomarme fotos, Amelia!— mi tía exclama algo molesta— Deberías tener seriedad en un día como este.
Reí guardando mi celular— ¿Un día como este?, ¿Acaso tu trabajo es en un lugar especial?
—Lo es— ella suspira un segundo— Muy especial.
Después de eso no volvió a decirme nada.
Yo solo miré por la ventana, esto era aburrido, pero no podía negarme, además mi tía insistió y ya le he causado muchos dolores de cabeza, ella solo quería llevarme a su trabajo y conocerlo, probablemente darme algún puesto fácil y de ahí volveríamos a casa a cenar pizza.
Así que por eso aún no he enloquecido.
No sabía en qué trabajaba mi tía, pero alguna vez me dijo que era algo muy serio y nada común, ahora me dice que es muy especial, y me emocionaba pensar que era, aunque le pagaban un sueldo promedio pero esa es otra historia.
Pasó aproximadamente una hora, y yo solo me inquietaba más porque no veía claro.
—¿Tan lejos trabajas?— dije harta.
—Silencio, Amelia.
Rodé los ojos. Pero si, ya llevábamos mucho tiempo en el auto, incluso en la carretera aparecían letreros que decían "Vuelva pronto", "Feliz retorno". Y cuando apareció uno que decía "Usted ha salido oficialmente de Miami, Florida" supe que definitivamente mi tía trabajaba en la luna o algo así.
Unos minutos después dimos la vuelta en un terreno amplio y seguimos avanzando, era un camino de tierra un poco incómodo y nos movíamos mucho, yo a mi alrededor solo veía pasto y la carretera principal alejándose, pero si preguntaba mi tía me volvería a regañar.
Avanzamos y avanzamos hasta que de la nada y con la vista al frente se empezaba a apreciar que había algo, si había civilización por aquí, pero era extraño, estábamos lejos de la carretera y ni siquiera estábamos en Miami, pero seguimos, hasta que todo se vió claro y unas grandes estructuras increíbles aparecieron y yo abrí la boca hasta el suelo.
Era increíble.
Era... era asombroso.
—¿Tú trabajas aquí?– le hablé a mi tía entusiasmada.
—Así es, Lía— ella avanza un poco más hasta llegar al inicio de todo esto.
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Era una construcción gigante, enorme, bellísima.
Habían muchos árboles a los alrededores y todo parecía ser tan elegante y lujoso, parecería un hotel o un castillo.
Mi tía y yo nos bajamos del auto y yo solo podía ver lo que tenía frente a mi. Juntas caminamos el largo tramo hasta la entrada, todo era hermoso, y más cuando entramos, mi tía le dió una tarjeta a un señor que estaba en la puerta y después nos dejó pasar. Enseguida mis ojos brillaron por ver tanto lujo, quizás jamás lo había observado así de cerca.
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Dios...
—Espérame aquí, ahora vuelvo— mi tía me deja a un lado de la puerta y ella va hacía una especie de recepción qué hay enfrente.
Había frío aquí, y muchas personas, hombres y mujeres caminaban por toda esta grande instalación, habían chicas de mi edad o parecidas, iban de la mano con sus papás, y desde aquí se apreciaba como en el jardín que se encontraba atrás habían otras grandes instalaciones y una piscina.
Mi tía regresó conmigo y me tomó del brazo para caminar juntas, a su lado iba la señora con la que había hablado y un libro en sus manos.
—Esto es maravilloso, tía, si trabajaré contigo aquí, será asombroso— mi emoción la inmutaba, ella no me dijo nada o si quiera me miró.
Caminamos hasta una sala al final del pasillo y entramos. Era una sala grande con muchos estantes de libros y dos hombres que vestían elegantes sentados en unos sillones y en cuanto nos vieron se pararon. Probablemente son los jefes de mi tía.
—¿Son ellos?— mi tía Kenny le preguntó a la señora a su lado. Ella miró en su libro y asintió.
—Así es, para la señorita Amelia Rose Karev se le han asignado 3 hombres— la mujer quita sus lentes y me observa— El último quiere conocerla en privado, usted ya sabe quién es— ella le entrega a mi tía el libro en sus manos y sale de la habitación dejándonos a nosotros solos.
Inmediatamente me confundí, no entiendo que pasa.
—¿Me asignaron 3 hombres?, ¿qué significa?— fruncí el ceño susurrándole a mi tía.
—Me llamo Harry Hunter — uno de esos hombres de cabello pelirrojo le extiende la mano a mi tía— Soy uno de los hombres de Amelia.
¿Qué mierda?
—Soy otro de los hombres de Amelia, me llamo Liam Massimo, un gusto— el otro tipo también le extiende la mano a mi tía, ella gustosa los saluda.
Pero mi pulso empezó a acelerarse porque yo no se que ocurre.
—¿Mis hombres?, ¿qué es todo esto, tía?— le jalo del brazo mientras tengo el alma en un hilo.
Mi tía Kenny suspira fuertemente y me abraza un poco.
—Corazón, todo estará bien, por favor, créeme.
Sentí las lágrimas venir a mis ojos.
—¿Podrías decirme que hacemos aquí?— pregunté temerosa.
Ella besa mi mejilla y después me hace mirar a esos dos hombres frente a mi.
—Querida, Lía, uno de ellos es tu futuro esposo. Bienvenida al Campo del Rey.