alguien más

286 31 8
                                    

—¿Qué se supone que estás haciendo, Lía?— Mila pregunta y yo me empiezo a reír

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Qué se supone que estás haciendo, Lía?— Mila pregunta y yo me empiezo a reír.

—Deja de tomarme fotos— dije y bajé al perrito para acostarlo sobre mis piernas, se movía pero era divertido.

—Es que Harry ya tardó mucho, se supone que solo iba por unas papas— ella guarda su celular.

—No ha de tardar— le resté importancia.

—Ven aquí, Gen— Mila le habla a su perrito y este de inmediato salta a los brazos de su dueña— Desde que lo compramos la casa es mucho más alegre.

—Que bueno que Gerardo y tu hayan comprado un cachorro, es precioso.

—Le rogué hasta que lo convencí— ella sonríe victoriosa.

—Perdón la tardanza— de inmediato un Harry apurado entra al auto— Había una fila enorme para pagar— comenta encendiendo el motor y avanzando ya.

—Mira pelirrojo, casi le digo a Amelia que nos regresemos en taxi a nuestras casas— mi amiga lo mira a través del retrovisor ya que ambas estábamos en los asientos de atrás.

—Relájate, Sophie, enseguida les llevo— él ríe con diversión.

—Si prometes que volveremos a salir pronto tal vez podría pensar en dejarte llamarme por mi primer nombre— Mila intenta negociar.

—Si Amelia acepta venir diré que si— Harry me ve también pero regresa su vista a la calle.

—Di que si, Lía— mi amiga me da un codazo amistoso y Gen salta sobre mi otra vez.

—Sabes que últimamente no me niego a nada— sonreí también— Ahora vámonos porque ya se está haciendo de noche.

—Excelente— Harry pone música mientras vamos en camino y todos nos divertimos cantando a todo pulmón las canciones que Mila cambiaba en su celular.

Ha pasado un largo y difícil mes para mi, desde que Michael y yo terminamos no me he sentido feliz para nada, ahora estoy por cumplir dos meses de embarazo y cada día estoy más nerviosa.

Conseguí un trabajo en una cafetería cerca de la casa de mi tía Kenny, trabajo medio tiempo ya que igual tengo tareas de la escuela, y es muy extraño haber tenido que ponerme a trabajar pero era mi única manera de conseguir dinero propio y poder comprar los medicamentos que necesito para abortar.

No, Michael no lo sabe, no sabe que estoy trabajando hace un mes y juntando dinero, y tampoco me interesa que se entere, no hemos hablado absolutamente nada en todo este tiempo, seguimos viviendo en la misma casa pero él dormía en el sofá y yo en la cama.

Era difícil estar así con alguien que amas, no nos hemos dirigido la palabra en un mes y ni siquiera nos volteamos a ver, cada quién hace sus propias cosas. Es como si fuéramos dos extraños viviendo en una casa, ahora prácticamente lo éramos. Incluso ya me he acostumbrado a no usar mi anillo de promesa y mi anillo de compromiso, dolía, pero me he acostumbrado.

𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐘 | Michael Jackson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora