TaeHyung dejó de caminar, al intante me giré a verlo. A leguas se notaba que estaba realmente nervioso por todo este motivo.
- ¿Qué pasa amor? -pregunté.
-Creo... creo que no es buena idea, JungKook. Mejor llamo a mi madre y le digo que no venga. O quizás llame a papá y le diga a él que no venga -asintió mientras decía aquello, tanteo la chaqueta que llevaba puesto y sacó de el su celular.
-Oye, oye -lo detuve y le quité el aparato -Todo va a estar bien. Ellos dos son personas grandes, y como dos personas adultas y civilizadas van a comportarse.
TaeHyung pensó un poco lo que dije, y aún no también convencido solo asintió, besé su frente buscando relajarlo.
Retomamos nuestro camino y entramos al lujoso y extravagante hotel para dirigirnos al restaurante. Un hombre con claros problemas de calvicie, y de baja estatura se acercó a nosotros.
-Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlos? -saludó con una amable sonrisa.
-Buenas tardes. Tenemos una reservación a nombre de Kim TaeHyung.
El hombre analizó la agenda que tenía en su mano y asintió.
-Asi es joven, la mesa ya esta lista. Por aquí.
Lo seguimos y nos dio el paso para sentarnos en una adornada mesa con cuatro platos ya puestos junto a sus respectivos cubiertos.
Como todo un buen novio le corrí la silla a mi lindo novio y él se sentó. El mozo se alejó inclinando levemente la cabeza.
Noté a TaeHyung con cierto nerviosismo mirando a su alrededor.
-Amor, tranquilo -junté mi mano con la de TaeHyung buscando reconfortarlo y transmitirle seguridad.
-Cuando mis padres lleguen se va a desatar la tercera guerra mundial -aseguró.
-Quien sabe... -dije y acaricie su mejilla -Quizás sea hora de que llegue la paz entre ellos.
- ¡No saben lo contenta que me puse cuando supe que íbamos a almorzar los tres juntos! -escuchamos su aguda voz. Ambos nos giramos a verla. Me puse de pie y ella se acercó a abrazarme -Eres un desconsiderado. No fuiste a visitarme como lo prometiste.
-Lo siento -me alejé de ella al terminar el apretado abrazo -Pero las cosas no estaban bien en esos tiempos.
- ¿Acaso mi TaeHyung te prohibió que me vieras? -preguntó con ambas cejas alzadas.
-No, no -negué divertido.
TaeHyung se puso de pie.
- ¿Puedes prestarle atención a tu hijo y saludarle como corresponde? -ShinHye sonrió y se acercó a abrazarlo y besar su rostro.
-Eres muy celoso...
-No son celos -cuestionó TaeHyung -Solo me molesta que siempre le pongas más atención a los demás.
-Eso no es verdad -dejó un último beso en su frente y luego se dispuso a sacarse el abrigo. ShinHye miró extrañada y frunció el ceño - ¿Por qué hay cuatro platos? Somos solo tres personas.
-Mmm, lo que pasa es que...
-Se confundieron -interrumpí a TaeHyung, que soltó un leve suspiro.
-Voy a pedir que lo quiten -S.Hye se puso de pie.
- ¡No! -alegó TaeHyung elevando un poco más la voz. Shin la miró extrañada -No, no digas nada. La mesa se ve bien así... con cuatro platos.
Shin volvió a sentarse un tanto desconfiada pero al ver nuestra cercanía sonrió pícaramente.