TaeHyung comenzó a reír y yo también me uní a su risa.
-¿Me estas hablando enserio? -le pregunté.
-Muy enserio -dijo divertido -Yo tenía que fingir.
-¿Lo fingías?
-Si -dijo y tomó un poco más de vodka para volver a hablar -Sino el pobre iba a sentirse muy mal.
-Ni para darle placer a alguien es bueno el infeliz -hablé entre risas.
TaeHyung dejó de reír y me miró fijo. Volvió a tomar de la botella, y luego miró la hora de su reloj.
-Son las tres de la mañana JungKook, creo que es hora de que te vayas -se puso de pie para abrirme la puerta, supongo yo, pero al instante de intentar hacerlo se tambaleó y cayó sobre mí. Comenzó a reír divertido.
-Creo que no puedes pararte -le dije divertido.
Se incorporó y se sentó derecho sobre mi regazo.
-¿Estas insinuando que estoy ebrio? -me preguntó.
-No lo se, tú dime.
-Lo que yo te digo es que...
No pude aguantarme más y levanté la cabeza para tomar sus labios. Su inmediata respuesta me confundió, TaeHyung se acercó más a mí, cuando coloqué una de mis manos alrededor de su cintura. Su lengua se mezclo con la mía y el sabor de su boca era una mezcla paradisíaca de alcohol y su propio sabor. Era dulce, y adictivo.
TaeHyung llevó sus manos a mi nuca y el beso se volvió más profundo. Como cada vez que lo besaba, mis ojos estaban totalmente cerrados y disfrutando de ello como el resto de mí. Bajé mis labios por su mentón y su cuello.
Me sorprendió que TaeHyung no se alejara o dijera algo para alejarse. De seguro era el alcohol, el bendito alcohol...
Gimió levemente y eso fue como apretar el acelerador en mí y no sacar el pie de allí.
Desesperado volví a su boca. Mordió suavemente mi labio superior y luego se alejó para mordisquear mi mandíbula, hasta mi oreja.
-Diablos... -musité apenas audible. Definitivamente TaeHyung iba a volverme loco, completamente loco. Retomando el poco control que tenía en mi sistema lo alejé de mí y me puse de pie. TaeHyung me miró sorprendido -Estas ebrio TaeHyung, mejor te llevo a dormir.
Él se puso de pie y tambaleándose se acercó hasta mí.
-No estoy tan ebrio, como para no recordarlo mañana. Pero ni tan sobrio, como para dejar que mi orgullo detenga mis actos -dijo algo agitado. Su mirada estaba llena de deseo. Maldición.
-Estoy tan ebrio como para pasar por alto de que mañana estarás arrepentido, pero también estoy tan sobrio y conciente como para hacer que no lo olvides nunca.
-Entonces, hagámoslo, JungKook-me dijo levantando sus brazos al tiempo que yo me acercaba a él y lo tomaba de la cintura para acercarlo de nuevo a mí.
Sus brazos cayeron pesados sobre mis hombros, y se colgó de mí mientras nuestras bocas se fundían en un caliente beso. Sin dejar de besarnos comencé a caminar a ciegas. Algunos tropezones, unas risitas de su parte y de la mía, hasta que chocamos contra una fría mesa de mármol.
TaeHyung soltó agitado mis labios, mientras que yo lo subía a la mesa justo frente a mí. Abrí sus piernas y paré en medio de ellas. Volví a tomar sus labios, mientras mis manos acarician su cuerpo sobre esa incomoda pijama, si antes pense que se veía bien con ella en esas condiciones, no quiero imaginarme como sería verlo desnudo para mí y solo para MÍ.
-No sabes... no tienes ni la menor idea de cuánto te deseo -le susurré al oído mientras comenzaba a besar su cuello otra vez -Siempre he sido un firme creyente de vivir el momento. En tomar lo que quiero cuando lo deseo. Y ahora mismo, Kim TaeHyung, yo te deseo, quiero saborear cada centímetro de tu cuerpo. Sentir tu respiración sobre mi cuello mientras te hago mío. Explorar con mi lengua cada parte de ti hasta que me ruegues que me detenga.
