Miré como terminaba de hablar y colgaba el teléfono. Me miró fijo.
-¿Por qué me sacaste el teléfono? -le pregunté.
-Porque creo que ya te estabas pasando -me dijo.
-Tenía que decirle lo que pensaba -me defendí -Ahora dame un poco más de vodka.
-No -sentenció.
-¿Por qué?
-Porque ya viene por ti, y ya no te voy a dar de tomar...
-Bueno, como quieras. Déjame pagarte lo que consumí, ¿Cuánto es? -pregunté mientras medio confuso sacaba mi billetera.
-Tampoco -sentenció.
-¿Tampoco? ¿Por qué nadie hace lo que yo quiero?
-No voy a cobrarte, porque se que estás mal y has venido aquí con el fin de olvidar. Pero no has podido, así que... esto va por mi cuenta.
-Eres lo más cercano a una hermana mayor que he tenido en toda mi vida -dije melancólico.
-No te pongas sentimental conmigo, por favor -sonrió divertida.
Me giré a ver, al escuchar un conocido grito, ahí estaba TaeHyung, éste rápidamente se acercó a mí.
-¡No puedo creer que hayas llegado a estar así! - me retó claramente enfadado.
-Hola cariño -le dije divertido. Revoleó los ojos y miró a SangAe.
-Muchas gracias.
-No es nada lindo, llévatelo y... cuídalo. Está un poco sensible... por no decir bastante -suspiró.
Sentí como una de sus manos rodeaba mi brazo, entonces lo miré atentamente. Me hizo poner de pie y cuando lo hice, sentí que iba a caerme de cara al suelo. TaeHyung colocó mi brazo alrededor de su cuello y me sujetó por la cintura.
-Tae ¿quieres que le diga a alguno de los muchachos que lo lleve hasta afuera? -le preguntó SangAe, claramente contrariada.
-No. Así estamos bien. Muchas gracias -le respondió con una leve sonrisa y comenzó a caminar -Por favor, has el esfuerzo de caminar y no quebrarme el cuerpo.
-Lo estoy haciendo -le dije. Salimos fuera del bar y el frío viento de la noche erizó mi piel. ¿En que momento se había hecho de noche? Divisé a Betty, y dirigí mis pasos para allí, pero TaeHyung me empujaba hacia un auto. Su auto.
-No -dije y me solté de él. Me tambaleé un poco, pero me pude mantener de pie -Yo tengo que irme en mi moto.
-Estás completamente loco si piensas que te voy a dejar subirte a esa cosa en este estado.
-Betty no es una cosa.
-Lo que sea. Ahora mueve tu trasero al auto.
-¿Qué pasará con Betty? -dije mirando a mi moto.
-SangAe la cuidará y mañana mandaremos a YoonGi y a JiMin por ella ¿si? -Lo miré fijamente por unos cuantos segundos.
-Te odio por ser así de hermoso TaeHyung.
-Luego discutimos tu odio, ¿vamos? -preguntó hastiado.
Asentí con la cabeza y caminé con cuidado hasta el lujoso auto. TaeHyung me abrió la puerta y me senté pesadamente en el asiento de atrás, la cerró y entonces me acosté. Mi cabeza giraba, así que tenía que estar acostado. Él se subió y puso en marcha su auto. Abrí un ojo y miré hacia su asiento. No podía ver su silueta, pues el asiento es más grande que él, y ninguna parte de su cuerpo sobresale por algún costado.