Me desperté a causa del maldito despertador que JiMin me había obligado a tener. Giré sobre el colchón y estire mi mano para apagarlo, volví a girar para mirar el techo.
Mi cabeza se estaba partiendo, si no me equivoco logré dormir lo equivalente a nada. Toda la noche mi conciencia se encargó de que mi persona se sintiera verdaderamente mal.
Me levanté y me dirigí al baño, me di una ducha rápida y salí a cambiarme. Tomé un poco s café.
Salí en mi moto, otro maldito día en ese infierno. Recordé que hoy es la maldita fiesta de mi padre. ¡Demonios, nada podía ser peor!
Llegué y me encontré con JiMin y YoonGi, esperándome para entrar. Sin quitarme los lentes me acerqué a ellos. El pelinegro me miró bien.
-Uuuuuh, esa es cara de no haber tenido buen sexo -aseguró.
-Te equivocas YoonGi, esa es cara de no haber llegado al coito -le dijo JiMin.
Me quite los lentes y los miré de forma asesina, para luego gruñirles por lo bajo. No estaba de humor para soportar sus teorías y burlas.
-Creo que si las miradas matarán, ya estaríamos muertos JiMin.
Los volví a fulminar con la mirada. Maldita sea, si seguía provocándome no iba a terminar esto nada bien.
JiMin se acercó a él y colocó una de sus manos sobre sus hombros. Caminamos hacia las malditas aulas, me adelanté unos pasos, pero aún así podía escucharlos perfectamente.-Amigo, ¿recuerdas que Kook perteneció al equipo de lucha en secundaria? -le preguntó JiMin por lo bajo.
-Si -se limitó a decir.
-También, ¿recuerdas cuando peleaba en los bares?
-Aja.
-¿Y recuerdas que peleó con Jackson y lo venció limpiamente?
Giré un poco la cabeza para mirarlos y YoonGi miró nervioso a JiMin.
-Si, lo recuerdo.
-Entonces no hay que insistir más, ciertamente no somos Jackson. No creo que tengamos tanta suerte si continuamos -dijo JiMin.
Al llegar al salón me cuenta que era una de las pocas veces en la que llegaba temprano. Miré a mi alrededor y Mingyu no estaba. Gracias a Dios que no estaba.
Me senté en la última fila y logré hacer que mi mente no estuviera en este lugar.
La clase de Historia Universal comenzó, era tan tediosa.
La puerta se abrió y TaeHyung entró, me senté derecho para observarlo, al mirarlo vino a mi cabeza lo de ayer. Habérmelo imaginado mientras estaba con otro era algo poco común en mi.
-Lo siento, se me ha hecho tarde -se disculpó.
La profesora lo disculpó y él miró a su alrededor, buscando un asiento. El único lugar que quedaba era el que estaba a mi lado. Intentó buscar otro lugar, pero nada lo salvaría de sentarse conmigo.
Se acercó y se sentó a mi lado.-Buen día -me saludó.
-Ojalá pudiera decir lo mismo -le dije.
-Uuuuh.. ¿no dormiste bien anoche?
-Exacto.
Asintió.
Él sacó un cuaderno y escribía todo lo que la profesora estaba diciendo. Miré con detenimiento el movimiento que hacia su nariz al escribir. Llevó la punta de la pluma a su boca para después morder levemente la punta. ¡Oh Dios, yo tengo que hacer algo para poder estar con este chico!