Como una intuición de sí mismo Taehyung se puso frente a mí. Lo miré y no pude evitar sonreír divertido.
— ¿Qué necesitas Jung? —le pregunté sin dejar de sonreír.
HoSeok no dejaba de mirar a TaeHyung. Estaba esperando a que él le dijera algo sobre lo que acababa de ver, sus ojos pedían una explicación.
— ¿Por qué lo estabas besando? —HoSeok se dirigió a TaeHyung.
—Supongo que debemos hablar de algunas cosas HoSeok, pero no aquí —le dijo él. Al escucharlo dejé de sonreír. ¿A dónde quería hablar si no era ahí? ¿Por que tanto secretismo? TaeHyung se giró a verme —Debo hablar con él, JungKook.
Paren un poco.
— ¿Me estás pidiendo que te deje solo con ese idiota?
TaeHyung levantó su mano y acarició mi rostro.
—Es solo por unos minutos. Iré a hablar con él, apenas y termine volveré a buscarte.
—No. Claro que no. —sentencié.
—Por favor amor. Es mejor si yo hablo con él y dejamos las cosas bien en claras.
—No confió en él, TaeHyung.
—Pero si confías en mí, ¿verdad? —me dijo mientras me miraba fijo a los ojos.
—Si —dije soltando un suspiro. Él sonrió y acercó su rostro para besarme cortamente. Giró y miró de nuevo a HoSeok que estaba rojo de la rabia.
—Vamos HoSeok.
HoSeok lo siguió y pasó por mi lado mirándome en forma retadora.
—Le tocas un pelo y te mato —le susurré cuando pasó por mi lado.
Él sonrió In importarle mis palabras.
Me encantaría ver su patética cara cuando TaeHyung le diga: "HoSeok, JungKook y yo estamos de novios. Lo lamento idiota, pero nunca sentí nada por ti, claro, aparte de lástima"
Reí por lo bajo y decidí ir a caminar un poco para no pensar tanto en que dejé solo a mi novio con el estúpido de su ex... su EX.. no.. eso no es malo, no lo es... claro que no... el propio TaeHyung me ha dicho que nunca lo amó.
HoSeok, HoSeok es un maldito infeliz.
—Hey, JungKookie, ¿podemos hablar? —me giré al escuchar una melodiosa voz.
—Yugyeom... —le dije y tragué un poco de saliva. ¿Qué es lo que quiere ahora? — ¿Hablar? ¿De qué?
—JungKookie... no sé si tú te has dado cuenta de que yo... yo estoy enamorado de ti...
Cerré los ojos fuertemente y maldije para mis adentros. Lo que menos quería escuchar en este momento era la declaración de amor de este chico.
Agh.
—Yeom...—intenté hablar pero él se acercó y apoyó uno de sus dedos sobre mis labios. Al instante me alejé. ¡Qué rayos!
—Déjame hablar —me pidió.
—Voy a escucharte, pero evita tocarme... —le dije. Mientras más rápido se explicara más rápido podría safarme de Yugyeom.
Él asintió.
— ¿En qué andas?
— ¿Qué?
—Ya sabes... con tu vida... hace como unas semanas que no te veía. Y no lo sé... ya no sales, ya no estás faltando a clases, ya no eres el mismo de siempre.
