~Esos ojos~

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<<Solo fue una mirada y todo en mí se descontrolo>>

Amely había entrado al baño, este era normal una ducha, retrete, lavadamanos y un espejo, después de todo lo qué pasó no se ha visto en uno.

Se puso enfrente del espejo y se llevó las manos al rostro, su tío tenía razón, estaba horrible tenía moretones en unas partes de su cara, parecía un muerto, su labio estaba pálido y reseco, sus ojos no tenían brillo y su cabello era un asco... aunque este horrible mínimo estaba viva.

Se quito la blusa que estaba llena de sangre y tierra. Su cuerpo tenía marcas de quemadas Grettel amaba los cigarrillos, se dio la vuelta y tenía varias marcas de latigazos estaba acostumbrados a esas marcas, su costilla le dolía era normal había un gran moretón.

Lo que le sorprendió, es ver cómo sus huesos se marcaban, ella nunca estuvo así de flaca. Cuando tenía 10 años estaba llenita y ahora no queda nada de esa niña.

Se bajo los pantalones y más marcas de quemadas en sus piernas flacas y esa línea larga que recorría por todo su muslo derecho echa por una daga, no se ha podido quitar la cicatriz, lleva ahí desde hace dos años.

Dejó todo eso atrás y se metió a duchar, cuando toco el agua toda la tierra salió de su cuerpo, se tendría que dar un buen baño.

Aprovecho para llorar un poco y reprocharse todo lo que sus hermanos pasaron y sufrieron, se sentía impotente y coraje hacia a ella, era una maldita cobarde un ser despreciable  que no merece estar a salvo.

¡¡Todo era su maldita culpa!!

Le dolía saber que Andrew ya no estaba, jamás lo volvería a ver, ya no escucharía su hermosa voz diciendo que todo estaría bien o que siempre sonriera la vida es bonita a veces es dura pero es parte de vivir.
En verdad él no merecía morir, tenía muchos sueños por delante y no los cumplirá... ¡Merlin ella debió morir!.

A su mente vino Airam, su pobre hermana, estaba muy preocupada por ella, tiene miedo de que Grettel la esté maltratado; si le pasaba algo a Airam jamás se lo perdonaría. En verdad tiene que encontrarla no la puede dejar a su suerte, tienen que estar juntas para que ambas sean felices.

Después de casi una hora bañándose y llorando, se dio cuenta que no tenía ropa así que se enrollo en una toalla y medio abrió la puerta.

—Señora sanadora.—le hablo por el pedacito de puerta que había abierto. Poppy fue rápido al llamando.

—¿Que pasa linda?.

—No tengo ropa limpia, señora sanadora.—le contesto con la cabeza agachada.

—Enseguida te la traigo.

Cuando la señora enfermera se fue, Amely cerró la puerta y se recargó en la pared... ¿tendrá que usar ropa usada otra vez o sería nueva?Grettel nunca quiso comprarle ropa prefería comprar cervezas, cigarrillos o darles dinero a sus novios y entonces para ahorrar tenía que usar la ropa de su hermana.

Poppy llegó a tocarle la puerta, la rubia abrió rápidamente; tomó la ropa, lo primero que vio era que si era nueva, eso es bueno. Cuando dijo que usaba la ropa Airam se refería que también compartían la lencería, claro que lavadas.

Se arreglo, su ropa era un pantalón, una blusa, un suéter y unos tenis.
Se volvió a ver en el espejo, ya no estaba sucia y su cabello estaba limpio, pero aún seguía horrible, donde habían quedado sus cachetes, parecía que se le hubieran desinflado.

𝚂𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚑𝚊𝚜 𝚜𝚒𝚍𝚘 𝚝úDonde viven las historias. Descúbrelo ahora