<<En un beso sabrás todo lo que he callado>>—¡Mándame Rosmerta! —le gritó Amely, desde el local de Aberforth. La dueña de las tres escoba volteó a verla con una sonrisa—. A mi tío le gu...
Aberforth llegó a taparle la boca.
—Está loca, Rosmerta, no le hagas caso —dijo nervioso el dueño de cabeza de puerco sujetando con fuerza a Amely, ya que se quería soltar.
—Le gust... —intentó hablar la rubia.
—Tiene que tomar sus pastillas —sonrió nervioso a Rosmerta que los miraba extrañado—. Adiós —se llevó a rastreando a Amely de la puerta.
El barbón, llevó a su sobrina a la habitación donde estaba el retrato Ariana.
—¿Qué ibas hacer?
—Conseguir una tía —respondió Ly, agarrando una manzana del frutero que se encontraba sobre la mesa—. Además también decía la verdad, te gusta —mordió la manzana verde.
—Esa es una estupidez, como me va a gustar, Rosmerta, es muy joven.
—No te hagas el inocente, he visto como la miras —le dijo dejándose caer en el sofá.
—Es una mujer atractiva, es normal que la mire —contesto sirviéndose un vaso de agua.
—Sales a la misma hora que ella a barrer la entrada del local.
—Casualidad —bebió su agua.
—Mi tía me lo confirmo —dijo tranquilamente comiendo su manzana. Aberforth escupió el agua, Ariana no hablaba pero era una chismosa, volteó a ver al retrato de su hermana que lo miraba con una sonrisa.
—Par de chismosa —les dijo el barbón.
—Vamos tío, solo queremos verte feliz, por eso necesitas una pareja, para que sacies todo tus deseo carnales y andes de buen humor —dijo—. Además queremos verte casado.
—Estoy viejo para eso —dijo—. Ahora guarda silencio, extraño a la mocosa que era callada y obedecía a todo.
—Aunque he cambiando siguió siendo la sobrina consentida.
—Eres mi única sobrina.
—Aunque fueran más los sería.
—Mejor cállate y vamos que se nos hace tarde para ir a comprar tus cosas —dijo agarrando su varita.
—Mínimo dime que me quieres.
—No te quiero y vamos que se nos hace tarde —contesto Aberforth, si la quiere solo que no se lo va a decir.
Amely se paró del sofá y se puso enfrente de su tío para no dejarlo caminar.
—Yo si te quiero —dijo poniéndose de puntillas para darle un beso en la mejilla.
—No te voy a comprar un helado —dijo Aberforth, ya sabía las inteciones de su sobrina.
Amely gruñó y agarró su lista de útiles, para ir a comprar al callejón Diagon. Iniciarían su sexto año, y estaba muy emocionada. Había terminado su quinto año con excelente notas, los Timos fueron fáciles para ella y más el de Tranformaciones.
La joven ha cambiado mucho en su personalidad. Llevó un proceso emocional para conseguir ese cambio. Los Scamander fueron los que la ayudaron. Estuvieron con ella desde el principio hasta el fin. Newt le daba consejos acerca de cómo conseguiría no tener miedo y como controlar su nerviosismo. Tina, por su parte fue la psicóloga de Amely, le ayudó a dejar todos los traumas que vivió en el pasado, le dijo que es normal que no los olvide para siempre, pero lo mejor es que los deje aún lado y se enfoque en el ahora. Los Scamander lograron conseguir su objetivo, con paciencia y dedicación. A casi cuatro meses de que había empezado, Amely, empezaron a notar el cambio, la chica volvió a reírse de todo; ver a la cara a las personas al hablar; molestar y bromear; hablar con cualquier persona nueva que conozca y contestar cualquier tontería. No solos los Scamander pusieron de su parte en ellos, también los hermanos Dumbledore, por primera vez en años se unieron para hacer algo juntos, ambos le demostraron a Amely que no estaba sola y que eran una familia, le demostraban todo el amor que le tenían (Aberforth menos pero lo intentaba). Gracias a eso lograron que la rubia, se sintiera en familia y pensara que aún tenía a persona que la apoyaban.
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𝚂𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚑𝚊𝚜 𝚜𝚒𝚍𝚘 𝚝ú
RandomDespués de haber sufrido tanto, Amely Dumbledore, al fin podía ser feliz, su vida había cambiando por completo, ahora estaba rodeada de personas que la quería, tenía a su familia, amigos y estaba conociendo el amor. Todo era mágico y hermoso. Pero s...