~Hogwarts colegio de magia y hechiceria~

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<<Hay lugares donde se crean las mejores historias, tanto de amor, amistad, felicidad y sufrimiento>>


—Tengo miedo... sin nadie me habla —confesó Amely agachando la cabeza.

—Amely eres una Dumbledore, verás que tendrás amigos rápido —dijo Aberforth—. Si alguien rechaza tu amistad, me dices; iré personalmente a castrarlo o dejarla pelona.

—No será necesidad de hacer lo último Aberforth —dijo Albus, si lo creía capaz—. Y como dice tu tío, Ly, se que harás amigos rápido.

—¿Cuando empieza las clases? —preguntó Ly.

—En dos días —respondió Albus—. Minerva se encargó de comprarte lo necesario: túnicas, libros, calderos y unas cuantas cosas más que quiso agregar.

—¿Como sabré en casa iré?

—Haremos la selección de casa, serás una alumna de intercambio.

—¿Cual casa crees que perteneceré? —pregunto mini Dumbledore.

—Serás Gryffindor, como toda una Dumbledore — respondido con orgullo Aberforth.

—Pero si no quedó en Gryffindor, ahí van los valientes y la verdad no soy nada valiente.

—Por favor mocosa eres muy valiente, soportar a una loca como Grettel, es de valientes —dijo Aberforth— Dime en qué casa ibas en tu antiguo colegio.

—Serpiente cornuda —contestó orgullosa, en verdad era un gran honor pertenecer a esa preciosa casa.

—Será una Slytherin, lleva serpiente en ella.

—Aberforth, la casa donde perteneció mi hija no tiene nada que ver con Slytherin, en serpiente cornuda va los eruditos —lo corrigió Albus.

—Me alegra, ya estaba apunto de decirle que se olvidara de mí.

—¿Si quedó en otra casa, va a querer que lo olvide?

—Sí —contestó con simpleza.

—¡Aberforth!

—Solo bromeaba.

Albus Dumbledore seguía alucinado, desde cuando, Aberforth Dumbledore, bromeaba.

—¿Bueno Amely lista para irnos? —le pregunto su padre.

—Tan pronto nos vamos —dijo nostálgica, no quería separarse de su tío.

—Necesito regresar al colegio a arreglar los asuntos que deje pendiente.

—Está bien —contestó—. Voy por picotes y arreglar mis cosas.

—No es necesario, ahora lo hago —dijo Albus, sacando su varita; con un solo movimiento aparecieron los baúles y el fénix que dormía encima de los mencionados objetos.

—Adiós tío —se despidió la joven.

—Adiós Amely —se despido, sin verla a la cara extrañaría a esa rubia.

Ly, no se resintió más y corrió a abrazarlo fue el primer abrazo afectuoso de tío y sobrina. Aberforth, lo disfruto hace años que no había recibido un abrazo y en verdad se sentía bien.

—Cuídate mucho —Aberforth le dio unas palmadas en la espalda a Amely.

—Te extrañare —dijo— ¿Podré venir a visitarlo Papá?

—Habrá una salida a Hogsmeade ahí podrás venir —respondió Dumbledore, viendo el conmovedor abrazo.

—Ya fue mucho abrazo, es hora que te vayas mocosa —dijo cariñosamente el fan de las cabras, no quería que lo vieran llorar, aunque no se va para siempre, ya no la tendrá aquí molestando. Ly se separó de su tío no sin antes darle una sonrisa y se fue junto a su padre —. Adiós Dumbledore tú no vengas —se despido de su hermano.

𝚂𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚑𝚊𝚜 𝚜𝚒𝚍𝚘 𝚝úDonde viven las historias. Descúbrelo ahora