Lazos entre Mundos [Todobaku]

Capítulo I - Todoroki Shōto, rey de los dragones

"La huella de un sueño no es menos real que la de una pisada"

George Duby

Su respiración se había vuelto errática, recién había abierto sus ojos, no comprendía como ese sueño seguía atormentándolo cada noche y lo que más le frustraba era que no reconocía quien era el dueño de la voz que lo llamaba de manera desesperada, el sueño se sentía tan real, tan vivido, cada sensación, cada dolor, el sentimiento de que la muerte lo alcanzaba era tan intenso. Durante semanas consulto a varios magos el motivo de porque veía esto, pero ninguno llegaba a darle una respuesta clara ¿acaso era esto un tipo de castigo por lo que había hecho? ¿sus acciones pasadas merecían tal condena? Eran los pensamientos que surcaban su mente cada vez que despertaba tan abruptamente.

Miro a su alrededor, los rayos del sol todavía no se colaban por su habitación del castillo, pero sabía que cada objeto permanecía siempre en su sitio, como él lo mantenía. Había pasado tiempo desde que cambiara siquiera algo de lugar, porque desde que empezó a tener ese sueño, también empezó a percibir que algo faltaba, algo esencial y por más que adquiría o mejorara algunos objetos no había cambio alguno; quizás desde mucho antes lo había sentido, pero nunca le prestó atención, hasta que fue lo suficientemente claro ante él.

Creyó que al convertirse en rey y reinar justamente como su pueblo lo necesitaba cubriría ese vacío, pero para su desgracia, no fue así. Trato de ignorarlo, distrayéndose con sus deberes reales, pero cada vez que se desocupaba volvía esos pensamientos tan rápido como el vuelo de un dragón.

Sus caballeros podían ver su estado que era cada vez más irritable y cansado, sabían que su rey no descansaba lo suficiente y eso preocupaba a muchos, sin embargo, nadie se atrevía a molestarlo, debido a que querían respetar su privacidad, ya que si no ha dicho nada abiertamente al público es porque no está relacionado con el reino, si no, era algo más personal.

Decidió levantarse, ya no tenía caso intentar volver a conciliar el sueño, igual no podría. Se vistió como acostumbraba; empezaba con una camisa manga larga, blanca y pulcra al igual que el pantalón, seguido de un chaleco azul con broches e hilos dorados, y unas botas oscuras que le llegaban por debajo de sus rodillas, entre sus prendas se hallaba una capa roja, pero casi nunca la usaba, pues sentía que no iba con él, tenía la idea de que le luciría más a otra persona, por lo que como siempre ni le prestó atención y quedo guardada en el mismo lugar.

Cuando estuvo a punto de terminar, escuchó como tocaban la puerta, era una sirvienta que le avisaba que ya estaba el desayuno, todos sabían que el rey Todoroki despertaba temprano por lo que procuraban tenerlo todo listo, ya que el soberano de estas tierras siempre tenía una lista llena de deberes cada día.

El bicolor le agradeció y le indicó que pronto iría, la sirvienta asintió para luego retirarse. El rey vio su reflejo en el espejo, realmente se había demacrado bastante, el de por sí ya era de tez blanca, pero ahora parecía ser un fantasma tenía un color pálido y un tanto enfermizo, suspiro cansado. Esta situación no podía continuar así, quizás más tarde vaya a visitar a Uraraka para que le diera una pócima para dormir, necesitaba descansar y eso estaba claro.

Salió de su habitación y camino directo al comedor, todo transcurría con normalidad, ya se había vuelto una rutina monótona, terminaba de comer y luego tenía que asistir a la sala del trono para poder escuchar al consejo y sus peticiones, luego vendrían las personas del pueblo y expondrían sus percances y situaciones, de las cuales él tendría que ser objetivo y darles soluciones puntuales, era así cada día, no podía quejarse sabía lo que era la responsabilidad de gobernar, sin embargo, ese vacío que sentía no era normal.