Lazos entre Mundos [Todobaku]

Crónicas de Una Vida Pasada I

"¿Por qué ver por separadas esta vida y la siguiente si una proviene de la anterior? ... Habla del anhelo, de un alma que clama por otra. "

Luke Evans

Dos almas corrían a través de un bosque, ambos se desplazaban por el mar de árboles, mientras reían y se molestaban mutuamente. Así habían sido sus días desde pequeños, desde que se conocieron sintieron una conexión inmediata, al principio la ignoraron y solo lo atribuyeron a un sentimiento digno de una amistad, pero conforme pasaban los años todo fue cambiando, ahora siendo ya los jóvenes grandes y maduros sabían que su relación iba más allá. Ya llevaban tres años siendo pareja y aunque inicialmente fue difícil, con el paso de los días se fueron acercando más y más.

- ¡Apresúrate Shōto! corres como un viejo.

- Voy a tu lado Kats.

- No por mucho tiempo bastardo - sonrió socarronamente y se apresuró hacia el río que cruzaba cerca del poblado en el que vivían.

Llegaron prácticamente al mismo tiempo, sin embargo, Katsuki insistía en que él había sido el vencedor, por supuesto Shōto lo dejo pavonearse y le dio la razón, sabía que el pelicenizo era así y él amaba lo enérgico y competitivo que podía llegar a ser y no podía evitar complacerlo de vez en cuando, pues disfrutaba cuando su amante sonreía orgulloso por su supuesta victoria.

Mientras el pelicenizo celebraba alegremente cerca del río, no se percató que Shōto se acercaba poco a poco que cuando se giró para seguir restregando que había ganado, sus labios fueron atrapados por otros, el beso había empezado de manera suave y dulce pero lentamente se fue volviendo fuerte y pasional. En los primeros segundos Katsuki había emitido sonidos de queja que duraron más bien poco, ya que se dejó llevar por la sensación bajo la pasión que cada vez aumentaba entre ellos.

Katsuki debía admitir que el maldito mitad-mitad sabía besar, que siempre lo hacía perderse en la lujuria del momento, incluso su mente se quedaba completamente en blanco y sus movimientos eran simplemente por inercia, disfrutaba de cada centímetro de su boca y sabía jodidamente bien.

El beso solo finalizó cuando la falta de aire fue exigida por sus pulmones. Al separarse solo pudieron jadear por el esfuerzo; uno sonreía enormemente mientras que el otro fruncía el entrecejo pareciendo que se había molestado, pero una fina capa de color rosado cubría sus mejillas hasta las orejas sugiriendo todo lo contrario.

- Maldito bastardo, siempre lo haces cuando no estoy listo - era obvio que estaba un poco avergonzado, aunque no había razón alguna porque no había nadie en los alrededores más que simples animales que habían llegado a refrescarse al río.

- Pero así te gusta más... Kats.

- ¡Púdrete! - Shōto sabía que no lo decía en serio, era más bien su vaga defensa ante estas muestras de afecto, por lo que solo le sonrío mientras lo abrazaba fuertemente.

Katsuki no hizo nada para impedírselo, a él le gustaba cuando el bicolor se ponía así de cariñoso con él, pero eso nunca se lo diría, así que lo único que hizo fue chasquear la lengua, disfrazando su falsa inconformidad.

Pasaron el resto de la tarde platicando cerca del río, aunque a veces el bicolor avanzaba hacia el pelicenizo con intenciones de más que solo tener estar cerca de su amado. Katsuki sabía que no solo la boca de Shōto era hábil, sino que sus manos también, por lo que era inevitable que se estremeciera cada vez que el muy maldito recorría su cuerpo con caricias suaves, no obstante, no llegaban más lejos, porque ambos sabían que no era el lugar.

No era porque no se pudiera hacer, pero la situación actual de las tierras Yueii era complicada. El mundo era vasto y lleno de diferentes especies, sin embargo, aún no existía ningún reino, por lo que todos estaban regados en cada rincón de estas tierras, esto solo ha generado disputas interminables entre grupos conformados por diferentes especies, disputas que claro eran innecesarias y absurdas.