Capítulo XV - Decisión

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"No se requiere mucha fuerza para hacer cosas, pero se requiere mucha fuerza para decidir qué hacer"

Elbert Hubbard

Sus pasos eran apresurados, decir que estaba molesto, era decir poco, pero siendo honestos, no era con Bakugo que estaba enojado, realmente lo que sentía en estos momentos era un gran preocupación, ya no solo porque sea su rey, sino que también po...

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Sus pasos eran apresurados, decir que estaba molesto, era decir poco, pero siendo honestos, no era con Bakugo que estaba enojado, realmente lo que sentía en estos momentos era un gran preocupación, ya no solo porque sea su rey, sino que también porque es su amigo el que está hundiéndose poco a poco en dolor, se podía ver en sus ojos y desde que habló con él sobre las pócimas y vio como le había dado una mirada fría y distante una mala sensación se instaló en su cuerpo.

Dolía verlo así.

Ciertamente, se sentía culpable por no haberse dado cuenta antes como todo iba cuesta abajo, ya no solo por los constantes ataques que estaba sufriendo el reino de Doragon, sino como todo el ambiente se volvía cada vez más sombrío en el castillo, incluso los sirvientes y los demás caballeros podían percibirlo y muchos estaban igual de preocupados, sin embargo, ellos no tenían una idea clara del porqué su rey estaba en tal estado depresivo, algunos asumieron que era por la presión de las batallas y de como estas se llevaban vidas, hogares e inclusos cultivos, perjudicando a los habitantes del reino y todo para que sucediera más seguido de lo que quisieran, era más fácil la destrucción que la construcción.

Pero Eijirou, Iida y él sabían que eso no era precisamente la razón de su tristeza, por supuesto que la luchas lo afectaban, pero había algo que se guardaba tan celosamente, no obstante, uno tendría que estar ciego para no saber que había algo más detrás de lo que sucedió cuando viajaron a este mundo hace unos meses, desde un principio en que Shoto había decidido llevárselo con él, hasta la despedida agria días después de eso.

Nadie sabía que había sucedido cuando estuvieron ellos solos, podría darse una idea con lo poco que le había contado Aizawa, pero al final solo el rey y Bakugo conocía sus palabras, sus acciones de esos pocos días que estuvieron juntos. Shoto por su lado mantenía en absoluto secreto el asunto y se negaba a compartirlo, por lo que todos desistieron de preguntarle; a decir verdad, las interacciones verbales con el rey en estos últimos días ya eran casi nulas, tanto así que cuando pedías una audiencia con él, solo podías hablar a una puerta totalmente cerrada y al final solo obtenías respuestas cortas, lo que apenas se escuchaba era un tono de voz plano y carente de cualquier emoción.

Le preocupaba que esas tres pócimas restantes ya no existieran y que ahora los frascos estuvieran igual de vacíos que los que vio aquel día.

Estaba frustrado.

Se sentía tan impotente en estos momentos, tenía la esperanza que Bakugo los ayudara, que incluso insistiría para convencerlo en que los acompañara, sin embargo...

Las palabras pueden mentir, pero las miradas no.

Cuando escuchó la negativa por parte el pelicenizo, quiso protestar, intentar de dialogar, de poder decirle que era él al que escucharía en estos momentos el rey, pero se detuvo en el momento en que vio esos ojos rojos como la sangre cristalizarse un poco, era obvio que esto también le hacía daño y al final quien era él para forzarlo a hacer algo que no quería. Recordó como Shoto en incontables ocasiones le decía que jamás obligaría a otros a hacer algo que no quisiesen, sabía el motivo de esto, toda la culpa recaía en el anterior rey, que durante toda su vida lo obligo a lo que según él era necesario para se convirtiera en un rey dragón digno para el reino, eso si, no importando que tan despiadado podría ser las tareas que le designaba.

Lazos entre Mundos [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora