Capítulo IV - Por fin te encontré

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"Desde nuestro primer encuentro, nuestros espíritus empezaron a tocarse. Mi corazón te reconoció antes de que mis ojos entendieran quien eras."

Unk

Kirishima Y Bakugō regresaron al lugar de entrenamiento cuando un potente rugido rompió los cielos al igual que el grito de Deku le seguía.

No hubo palabras, sólo miradas antes de que ambos decidieran regresar para pelear si era necesario.

Los temblores en el campus eran cada vez más notorios al estar cerca y...

Por fin los vieron.

Dragones.

Putos dragones se extendían por todo el terreno forestal que la UA tenía mientras atacaban a sus compañeros con fiereza, a lo lejos pudo divisar tanto a Ochaco como a Deku luchar codo a codo con varias rocas flotando por el lugar, a su grupo de idiotas luchando contra ese Dragon azulado.

Fue cuando lo notó.

Estaban en círculo, no volaban y sobre todo, evitaban que los aspirantes a héroes llegaran al centro del bosque, como si hubiera algo que deberían defender y concentraban sus fuerzas precisamente en eso.

— Kirishima — hablo para detener por segundos a su compañero.

— Intentan proteger algo, mira — apuntó a su formación a lo que el pelirrojo asintió con ojos sorprendidos.

— Usaremos a los demás extras como distracción, lo que sea que este ahí dentro.... — ambos ojos se miraron con determinación.

— Vamos a matarlo —

Así fue entonces como hicieron su llegada, explotando todo a su paso para desconectar a los otros dragones de su objetivo hasta que lograron pasar a ese lugar que tanto defendían, su maestro pareció aliviado de verlos por simples segundos antes de volver con su lucha, atrapando con su bufanda a Jirou antes de que el dragón verde la pisara.

A lo lejos pudieron observar un gran muro de hielo junto con unas alas de escamas blancas que no podían ver completamente.

Decidió ignorar eso por ahora, tenían una misión más importante, ya le patería el trasero a todas esas cosas en algún momento.

— ¡Toma esto, lagartija inútil! — liberó una gran explosión justo en el rostro del reptil azul para seguir con el otro.

— ¡Kacchan! ¡Golpea las piernas de esta cosa! —

— ¡No me digas que hacer, nerd! — con un AP shot logró aturdir al animal gigante por unos cuantos segundos en los que una gran roca golpeaba su nariz.

Bakugō estaba muy ocupado tratando de tirar al dragón verde que no notó al instante lo que detuvo a su compañero de dientes puntiagudos.

Logró aterrizar sin percances sólo para tener un debate mental de porqué había dos cabellos de mierda frente a él, uno con el traje de héroe que bien conocía y el contrario con una vestimenta muy rudimentaria y... Dos putos cuernos en su cabeza...

— ¡Bakugō! — gritó el pelirrojo para sacarlo de su trance, encontrando a malditos cachetes diciendo un sin fin de tonterías mientras un círculo brillante se creaba en sus pies.

Muy bien, ataca primero, preguntas después.

— ¡Muere, maldita bruja! — corrió determinado hacia la castaña sólo para ser detenido por una de las muchas lagartijas gigantes.

Iba a explotarlo, lo jura por su maldita vida que ese estúpido dragón iba a subir su maldita furia de ser necesario.

Pero se congeló.

Lazos entre Mundos [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora