Capítulo XIV - El Deseo de Olvidar

978 156 26
                                    

"Nada graba tan fijamente alguna cosa a nuestra memoria como el deseo de olvidarla"

Michel Eyquem de Montaigne

Sonó la alarma como todas las mañanas, interrumpiendo una vez más su sueño, ya hace días que había notado que su subconsciente le mostraba algo entre sueños, pero siempre que despertaba no podía recordarlo, cansado de esto, simplemente decidió ign...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sonó la alarma como todas las mañanas, interrumpiendo una vez más su sueño, ya hace días que había notado que su subconsciente le mostraba algo entre sueños, pero siempre que despertaba no podía recordarlo, cansado de esto, simplemente decidió ignorarlo, talvez no era algo importante para que incluso lo olvide con tanta facilidad.

Lánguidamente, estiró su brazo para tomar el celular y callar de una vez ese maldito sonido incesante que ya lo tenía irritado. Se estiró con pereza y se levantó con poco ánimo, vio a través de su ventana que todavía estaba oscuro, ya llevaba tiempo de que había decidido correr en las madrugadas, cuando le preguntaron el porqué de esto, su respuesta era sencilla, quería ejercitarse nada más, pero sabía que muy en el fondo lo hacía para distraerse también.

Sus pensamientos a veces lo ahogaban como una marea embravecida y eso lo distraía de sus clases, al principio muchos se dieron cuenta de ello, incluso Aizawa sabía que algo había cambiado con su alumno desde que regresaron, sin embargo, con el pasar de los días, todo parecía volver a la normalidad, o al menos eso aparentaba, porque al final solo era eso, apariencia, que él mismo había logrado establecer, porque no tenía ganas de hablar de lo sucedido con nadie más.

Quería dejar todo en el pasado, o al menos esa era su deseo, no obstante, era casi imposible olvidar algo que había marcado su mente, así como también había creado un sentimiento indescriptible, si antes sentía que faltaba algo, ahora tenía la certeza de que ese algo no estaba en este mundo. Después de todo, cuando sucedió aquello, lejos de sentirse realmente enojado o asustado, se había sentido de cierta forma... libre.

Libre de la monotonía que lo carcomía en estos últimos años, libre de tener que cumplir con las expectativas de muchos para poder convertirse en héroe, que a pesar de que si anhelaba ser uno, no quería serlo por estar obligado por alguien, un ejemplo de ello es su propia madre.

Arrojó esos pensamientos a un lado y mejor salió de su habitación para poder empezar su recorrido, se colocó los audífonos y tras unos pequeños estiramientos, inició su camino en las cercanías de los dormitorios para luego ir a la cancha que estaba cerca, por suerte todo estaba bien iluminado por lo que no importaba que todavía el sol no se apareciera por el horizonte.

Controlaba su respiración mientras aceleraba, la brisa de la madrugada era refrescante y ayudaba a que no se acalorara tanto debido al esfuerzo. Pronto llego a la cancha y corrió cinco vueltas alrededor, ya luego retomaría el camino para regresar una vez más a los dormitorios, así le daría tiempo para prepararse e ir a las clases del día.

Sin embargo...

Había algo extraño, era una sensación inusual que gracias a sus habilidades se percató de ello, pues era algo muy leve para percibir por alguien común, se detuvo y se quitó los audífonos para poder observar y escuchar, pero al final no pudo encontrar el origen de ese algo, por lo que no tuvo de otra, que regresar a los dormitorios sin más, a pesar de la inquietud que eso le dejo.

Lazos entre Mundos [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora