•Lilium• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

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—No Omma...me duele...—Wook lloraba con fuerza, como parte de el tratamiento de recuperación tenían que colocar un pequeño saco de arena cada cierto tiempo sobre su vientre para acabar de sacar todos los líquidos, era horrible, era tan doloroso que no podía evitar gritar—Omma ya~...por favor...

—Wookie tranquilo...es algo necesario...—Heechul quería hacer que pararan, no quería ver sufrir a su hijo de esa manera pero era necesario.

—¡MAMÁ!...—apretó la mano de su mayor y se tiró a llorar más fuerte.

El tratamiento terminó y volvieron a vendarle el abdomen al menor, el sólo mantenía un brazo sobre su rostro mientras lloraba.

—No me gusta tener una cesárea...—sollozó intentando calmarse.

—Pero fue necesario cariño...gracias a ella tu bebé pudo nacer bien...—le sonrió acariciándole el cabello—además ya terminaron, no van a volver a hacerlo, debes entender que tienen que sacar todo lo que se queda ahí dentro...pero todo está bien ahora ¿cierto Min?...

Sungmin asintió con una sonrisa—terminamos con eso Wookie...eres muy valiente en serio...—en su bata llevaba una paleta, la sacó y se la dio—mira come esto...no les digas que yo te lo di o me van a castigar—rió.

Wook empezó a comer la paleta más tranquilo, entonces un par de enfermeras se lo llevaron para ayudarle a bañarse.

Heechul y Sungmin se quedaron solos.

—¿Estás bien?...—llenó un par de hojas sobre el estado del menor y se sentó al lado suyo.

—¿Porqué todos me preguntan eso?...—intentaba evadir el tema.

—Porque era tu hijo...por eso...—soltó un suspiro—escucha...sé que es muy pronto...pero si esperamos a que pasen unos dos o tres meses...estoy dispuesto a correr el riesgo de prestarte mi vientre...

—¿Qué?...—sus ojos de abrieron de golpe—Sungmin eso...yo no...no puedo aceptarlo...lo siento...

—No voy a persuadirte, es tu cuerpo y es tu decisión...pero quiero que sepas que te ofrezco mi ayuda total para lo que quieras...si encuentras a alguien más que pueda prestarte el vientre...igual te ayudaré...es lo menos que puedo hacer por causar tu pérdida...

—No fue tu culpa Min...para nada lo fue...

—Si tan sólo no hubiera salido así—sus ojos se llenaron de lágrimas —debí mantenerme profesional y cambiarme la ropa para salir a verlos...fue mi culpa que te asustaras tanto...

—No es cierto...—le tomó la mano—tranquilo...y ya no hablemos de eso ¿si?, hablaré con mi esposo sobre tu oferta y nosotros vamos a decirte después.

ﾐ ﾐ

Ryeowook aprendió a amamantar a sus hijas muy pronto, a cambiar sus pañales y a atenderlas cuando lo necesitaban, le resultaba difícil pero entendía que tenía que aprender a madurar y ser responsable. Todos se preguntaba el paradero de Yesung pero nadie comentaba nada por respeto a las desiciones que Wook tomaba sobre no mencionarlo. Esperó, esperó a verlo entrar por la puerta con una sonrisa y que tomara a sus pequeñas en brazos para conocerlas. Cada mañana, cada tarde y cada que lo llevaban a dar los paseos por el jardín, poco a poco perdía la esperanza y con cada día de decepción algo moría en su interior, no sabía que pero se sentía diferente.

Su madre habló con él acerca de su hermanito y de que ya no estaba con ellos, al principio sintió que era su culpa pero Hee lo consoló como sólo las Ommas sabían hacerlo. Lo hizo prometer que ambos saldrían adelante juntos y estarían bien.

Salió del hospital llevando una carreola doble que su madre le había obsequiado, era demasiado práctica para llevarlas a las dos. Buscó como último recurso a ver si de casualidad encontraba a Yesung entre la gente que pasaba pero no vio nada. Ya habían pasado los 7 días, era cierto, él no los quería, los había abandonado.

Apretó con fuerzas la agarradera de la carreola y soltó un suspiro, iba a ser diferente a partir de ahora, iba a cambiar totalmente y no dejaría que nadie más lo dañara nunca, iba a volverse fuerte.

Yesung sí veía a sus hijas, a escondidas de su madre fue al hospital y se despidió de ellas viéndolas en los cuneros, le pareció que eran realmente preciosas, justo como su menor, estaba feliz de poder conocer a ese lindo milagro, era la primera vez que las veía y quizás sería la única en muchos años. Saldría del país para estudiar en ese colegio y cumplir todas las metas impuestas por su madre, se iba con la satisfacción de saber que era padre de unas sanas niñas y que el amor de su vida estaría protegido de todo.

Las cosas estaban yendo en diferentes direcciones, unas buenas y otras no tanto pero de eso dependía vivir, la vida era una ruleta muy extraña. Lo único que quedaba ahora para ambos era luchar y resignarse, Wook se desviviría por sus niñas y Yesung por cumplir sus metas.

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