—Debes levantarte...vamos a llegar tarde...—Yesung tocaba la puerta del menor con fuerza para ver si se levantaba y le abría, Wook estaba recostado y cubierto hasta la cabeza con las mantas.
—No quieto ir...¡me siento mal!...—chillaba retorciéndose de molestia, molestia por no poder seguir descansando.
—No te sientes mal...estás haciendo una rabieta...—Yesung siguió tocando la puerta para ver si lograba que le abriera.
—No es cierto...me duele el estómago...—y era verdad, de unos días para acá había empezado a despertar cerca de las 5 y no había paraba de vomitar. Pero hoy incluso tenía fiebre—y la cabeza...—a medida que hablaba su voz se entrecortaba por las ganas de llorar que sentía.
—Abreme y te ayudaré...mi amor por favor...estamos en exámenes...—ya habían pasado dos semanas desde aquel incidente de la comisaría y al parecer todo estaba olvidado.
Con esa simple palabrita se ganó por completo su atención, a pesar de que se sentía mal sonrió un poco, se levantó y fue donde la puerta para dejar entrar a su mayor, Wook lucía desganado, con ojeras y el cabello más despeinado que de costumbre. Si se veía enfermo.
—¿Qué fue lo que comiste?...—inmediatamente al verlo le colocó la mano en la frente para confirmar que si tenía fiebre.
—Pollo de la cafetería...—fue llevado de vuelta a la cama, Yesung lo recostó y lo arropó solo con la sábana para enfriarlo un poco.
—Seguro te dio una infección...Ay, ¿Qué hago?...—estaba indeciso en sobre si debía buscar medicamentos para su menor o asistir a su examen.
Cerró los ojos con fuerza y al abrirlos se topó con algo que le partió el corazón, Wook temblaba y se hacía bolita, su frente sudaba y tenía los ojos entrecerrados. Le dolía que sufriera. Dejó por un rincón su mochila y se hincó a su lado.
—Voy a la farmacia...por favor...mantente despierto ¿si?, bebe una poca de agua y enciende el televisor para entretenerte...vas a estar bien cariño—le tomó la mano y la besó con una leve sonrisa de compasión.
—No me dejes solo...—susurró aferrándose a su cuerpo una vez lo tuvo más cerca.
—Necesito ir a una farmacia, sólo esperame aquí ¿si?...como cuando tenías resaca ¿Te acuerdas?...voy a cuidarte igual que ese día...todo va a estar bien...—sonrió levantándose, encendió el televisor por su cuenta y le besó la frente al menor—no me tardo...—y entonces salió.
Él era un adulto, pero no podía comportarse como uno, necesitaba de alguien que cuidara de él como si de un pequeño se tratase, él no sabía cuando distinguir sobre si se sentía realmente enfermo o sólo era un malestar pasajero, era la obligación de Yesung ayudarlo, su corazón se lo pedía.
Wook se cubrió con las demás mantas aprovechando que su mayor no lo veía, el gusto no le duró mucho pues tuvo que levantarse a vomitar de nuevo, odiaba sentirse así, sólo le había ocurrido un par de veces, cuando era más chico por un pastel que estaba pasado, y hace casi medio año aproximadamente.
No supo porque o en que momento fue que se le vino a la mente, pero al mirarse al espejo empezó a conectar los puntos. Cuando Eunhyuk le había hecho daño empezó a sentirse mal exactamente tres meses antes de el accidente, investigando supo que eso ocurría los primeros meses de un embarazo, y todo coincidía con como se sentía ahora. Sintió un miedo instantáneo, sus ojos se llenaron de lágrimas y negó mirándose fijamente el vientre en él reflejo, no podía estar ocurriendole eso otra vez. Y lo más importante, no sabía como reaccionaría su mayor, apenas habían empezado a salir hacia dos semanas. Sus padres iban a odiarlo, lo echarían de la universidad. Tantas cosas que nunca se le habían ocurrido llegaron como una bomba y se quedaron. No podía decirle, no hasta saber si era cierto. Y de cualquier manera se le haría difícil confesarselo.
—¡Regresé!—la voz de Yesung tocando la puerta lo sacó de su transe, aun sin dejar de sollozar fue hasta la puerta y al abrir se le lanzó para abrazarlo y seguir llorando, tenía muchísimo miedo.—Mi vida...en verdad te sientes mal ¿no?...vamos a la cama, traje algunas cosas para hacer remedios caseros, me las enseñó mi madre y espero que funcionen.
Wook no contestó, no podía decirle lo que ocurría, sólo se dejó hacer y poco a poco fue calmándose, Yesung era una buena persona ahora que lo pensaba, quizás él se pondría feliz con la noticia de tener un hijo. Quizás. Quizás lo cuidaría a él y al bebé, quizás los dejaría y Wook se enfrentaría solo al mundo. Solo quizás.
Yesung hizo tantos tés que Wook ya no sabía que tomarse, al final del día realmente consiguió sentirse bien, las nauseas y la fiebre se fueron, no supo que de todo fue lo que lo ayudó o si se fue solo, pero ya estaba curado.
Vieron unas cuantas películas y poco a poco la confianza regresó, Wook dejó de pensar en eso y todo fue normal, al día siguiente asistieron a clases, ambos hicieron sus examenes pendientes y se reunieron con sus amigos.
Había algunos amigos de Yesung de la infancia que habían sido transferidos días antes y pasaba casi todo el día con ellos.
Wook se la pasaba con Donghae en la biblioteca, confiaba en su mayor por lo que no se prepcupaba en lo absoluto.
—¿Para que abdicaste Wook?...—Hae empezaba a sacar libros de los estantes.
—Pedagogía...—respondió empezando a buscar libros relacionados con niños.
—¿Porqué?...¿Piensas trabajar en un kinder o algo así?
—Quizás pueda ayudar en mi comunidad...hay niños que estudian en casa y terminan como yo, eso no es muy bueno...si les brindo una escuela donde puedan ver como es el mundo y cambiar sus futuros...entonces...ellos pueden ser realmente felices...
Hae se quedó callado unos cuantos minutos.
—Podemos...hacer algo por mi hija ¿Entonces?...—tenía algo de miedo en preguntar, pero en serio estaba curioso sobre ese tema.
—Claro que podemos...voy a estudiar duro para que lo logremos...—sonrió sentándose en una mesa cercana a una ventana para ponerse a estudiar. De alguna u otra forma estudiar eso podría ayudarlo a cuidar de su hijo si estaba esperándolo.
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•Lilium• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝
FanfictionSu inocencia exagerada y bondad fueron dos atractivos suficientes para que en el mundo exterior, alguien quisiera dañarlo, pensarán en hacerle la vida imposible. Lo tratarán como quieran, lo dañarán cuanto quieran. Pero no contarán con que ese pequ...
