•Lilium• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

♡59♡

Wook había huido a la sala para ver una película con sus hijas. Mientras Yesung hacía lo de siempre, parecía más ama de casa que el propio menor.

Era agotador ir y venir a diario desde su apartamento por lo que decidió que lo mejor sería dormir ahí. El pequeño rubio estaba más que feliz con la idea, podía verlo a cualquiera hora. Y le gustaba aún más cuando lo veía salir del baño después de ducharse, su cabello mojado y alborotado, las gotas de agua recorriendole la piel y esa toalla en su cintura que debajo prometía un paraíso que él conocía bien.  Sus hormonas de embarazado hervían ante aquella imagen.

Cuanto deseaba en verdad verse bajo su cuerpo, aquello lo obligó a apretar las mantas que llevaba y enconger las piernas , no podía dejar que sus hijas o Yesung supieran que tenía un arranque hormonal.

Tomó su botella de agua de la mesita y se la empinó completamente hasta terminarla, el mayor estaba a un lado en la cocina, preparaba algunas galletas. Inclusive esa imagen lograba que Wook se sintiera tan excitado. Necesitaba ayuda. Quizás el mayor sí debía saber.

Volteó a donde sus niñas, ellas estaban recostadas en las mantas del suelo muy atentas a la televisión. Después volteó hacia su mayor.

—Yesung...—susurró suavemente, su rostro estaba extremadamente rojo de vergüenza.

—¿Si?...—le sonrió con ternura, Wook se derritió con aquella acción.

—¿Puedes venir?...necesito ayuda urgente...—colocó ambas manos en la orilla de su manta, apretándola con fuerza.

Yesung se preocupó un poco por su semblante así que apagó el horno y fue directo a él.

—¿Qué ocurre?...¿Te sientes mal?...—se hincó frente suyo.

—Estoy húmedo...—susurró con vergüenza.

—¿Qué?...¿Trabajo de parto?...¿A los 6 meses?...—palideció, eso no podía estar ocurriendo. No de nuevo—debo llamar a una ambulancia...todo va a estar bien ¿si?...

—No...no es eso...—le tomó las manos y lento las metió bajo las mantas, las colocó sobre su entrepierna, el pantalón de la pijama que llevaba se encontraba húmedo de presemen y su miembro estaba muy duro. Yesung abrió un poco los ojos y se puso rojo también—perdoname...

—Wook...—volteó a ver a las niñas en el suelo y después al menor—¿Qué es lo que puedo hacer por ti?...—de pronto su voz tomó un tono más seductor.

—Follame...—susurró para ambos, lanzándose a sus brazos para poder tomar sus labios, el beso fue el más necesitado que había tenido hasta ahora, pero el mayor lo apartó.

—No puedo hacer eso...hace poco que sanaste, dijeron que no puedes ser brusco...—intentaba aminorar un poco su repentina excitación, claro que quería follarselo, pero era demasiado peligroso.

—Necesito ayuda...ngh~...—hizo un puchero suplicante mientras con una de sus manos masajeaba su entrepierna por debajo de las mantas, eso lo hacia soltar pequeños jadeos.

—Ven acá...—lo cargó y lo pegó a su pecho—niñas...voy a ayudar a su madre a darse un baño...no se acerquen a la cocina y sigan viendo la película...

—Sí Pa~....—respondieron al unisono, era claro que no se despegarían de la pantalla, habían estado ahí las ultimas 3 horas.

Yesung entró a la habitación con el menor, lo llevó hasta la cama y cerró la puerta con seguro por si a caso.

—Wookie...no puedo hacer lo que quieres...—susurró dejándolo en la cama—pero puedo ayudarte de otra manera...

El menor se quitó los pantalones y también la ropa interior, invitándolo a verlo. Yesung apartó un poco la vista para no cometer una locura.

—Wookie no...—susurró cubriéndolo con la manta nuevamente, el menor le dedicó una mirada tierna y sexy al mismo al mismo tiempo.

Yesung subió a su cuerpo, cuidando de no recargar su peso en el vientre ajeno. Metió la mano bajó su manta y tomó sus labios al mismo tiempo que empezaba a masturbarlo lento.

Wook bajó las manos para intentar liberar la erección del mayor también. A duras penas lo logró y empezó a hacer lo mismo que con él.

—Yesunnie...necesito más~...—gimió removiéndose por el placer. Hace muchísimo tiempo que no se sentía así. Había olvidado lo bien que se sentía ser sometido de esa manera por su mayor.

—Wookie no insistas...—susurró contra su oído, mordiendo un poco en el camino—apuesto a que puedo hacerte terminar sólo así...—dicho esto, empezó a mover su mano con más rapidez, Wook cubrió su rostro con la manta, quería gritar de la pura y deliciosa sensación pero no podía hacerlo por sus hijas.

—Yesunnie...malo...mmm~...—los dedos de sus pies se contrajeron una y otra vez , aferrándose a las sabanas en algunas ocasiones.

Yesung apretó las mismas con su mano libre debido a las atenciones del menor.

—Quiero hacerte mío Wook...no sabes cuanto...—bajó la mano de su miembro a su entrada, se encontraba bastante húmedo por lo que fue demasiado fácil introducir un par de dedos y empezar a moverlos, la espalda del menor se arqueó. Era lo que necesitaba, pero hacia falta más.

—Hazlo...—con ambas manos lo tomó por las mejillas—ambos estamos por terminar, no será tan rudo...por favor~...

¿Y cómo seguir negándose ante ese bello muchachito?...Yesung bajó un poco más su ropa y se acomodó entre las piernas ajenas. Con lentitud lo penetró, estaba tan estrecho que le fue difícil no perder el control.

Wook sonrió cubriéndose la boca por los gemidos, se sintió en la maldita gloria cuando empezó a embestirlo. El sexo era muchísimo mejor cuando las hormonas de un embarazo lo acompañaban.

No paso mucho tiempo para que comenzara a tensar su cuerpo avisando de lo que vendría, sólo así Yesung incrementó un poco el ritmo pero sin llegar a ser demasiado brusco o violento. El interior del menor se hizo aún más apretado, éste tomó una almohada y se la colocó en el rostro para gemir contra ella al correrse, el pelinegro no aguantó debido a la deliciosa opresión y también se corrió.

—Por dios~...gracias~...—Wook se dejó caer exhausto, Yesung se recostó a su lado para recuperar el aire, pudo ver el cuerpo pequeño de su amante recuperarse de los espasmos. Eso lo hizo sonreír. Estaba totalmente seguro de que lo escuchó intentar pronunciar alguna palabra, pero no pasó demasiado tiempo antes de que en vez de escucharla se pusiera a roncar. Le resultaba tan tierna la manera en la que siempre se quedaba dormido después de hacer el amor.

Con una toalla húmeda lo limpió perfectamente y lo cubrió con las mantas para que pudiera descansar tranquilo. Yesung debía volver a ser un Ama de casa.

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