•Lilium• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

♡68♡

Yesung llevó al menor hasta la sala, lo colocó en la mesa de centro, le besó el cuello para excitarlo aun más y siguió con la atención en sus pezones, tanto jugueteo estaba volviendo loco al menor, jamás había sentido ese grado de placer y tampoco sabía que era posible sin que siquiera Yesung estuviera dentro suyo.

—Algo me dice que no vas a aguantar tanto pequeño...—rió suavemente —dime...¿Sungmin te dio anticonceptivos?...

—Sí...estoy usando pastillas~...—movió un poco sus caderas—Yesung...por favor...necesito sentirte...—se acomodó en la pequeña mesa, a manera que su trasero quedara más expuesto que antes, totalmente indefenso ante él.

El mayor por supuesto no podía resistirse ante aquella deliciosa imagen, apretó aquel suave y regordete trasero. Después del peso que había ganado con los embarazos, sus piernas y esa parte estaban un poco más anchos, quizás el cuerpo de Wook empezaba a madurar más rápido y valla que lo favorecía, porque al parecer no sólo él lo habia notado pues inclusive las ofertas de trabajo llegaban por montones.

Después de jugar un poco más, restregó suavemente su miembro y sin avisar se introdujo en su interior, las manos amarradas sobre la espalda de Wook se tensaron al tiempo que soltaba un fuerte gemido. Si no hubiera sido porque se mentalizó un poco para aguantar, en ese mismo instante se hubiera corrido.

Salió demasiado lento de su interior y embistió con brutalidad, los gemidos eran fuertes y se sentía avergonzado.

—¿Tanto deseas esto Wookie?...—le acarició el cabello suavemente, pero después apretó el puño sobre este y lo jaló fuertemente hacia atrás, al mismo tiempo volvió a embestir de la misma forma—Dime...¿Qué tanto te está gustando?~...

—Mucho...me encanta~...—confesó moviendo las caderas para que volviera a embestirlo, estaba empezando a desesperarse, el ritmo del mayor era violento y placentero pero demasiado lento—hazlo Yesunnie~...

—Oh...no te desesperes~...—embistió nuevamente y acto seguido el ritmo se volvió constante. Tomó más fuerte el cabello de Wook y se impulsó de ahí. Entre una suave sonrisa cómplice Wook soltó los más sucios gemidos de su vida. Yesung nunca lo había escuchado maldecir tanto.

Golpeaba fuertemente contra su cuerpo, sintió aquel escalofrío que le indicó que ya era hora y entonces lo hizo aún más, soltó su cabello y lo tomó firmemente de las caderas, Wook mordió la madera de la mesita sin querer, era doloroso, claro, pero daba contra su próstata de una manera que lo hacia ver el cielo instantáneamente. Estaba casi seguro de que a estas alturas y por tanta rudeza ya se encontraba un poco lastimado pero ¿Qué demonios importaba?, le encantaba la sensación.

—Wookie...—Yesung se inclinó para susurrarle al oido, gruñía debido a su orgasmo cercano, Wook sonrió.

—Hazlo...dale todo a tu pequeña puta~...—intentó mover los brazos pero le era imposible. Yesung hizo total caso y tan sólo poco después se corrió, llenando por completo su interior. Al sentir la calidez de su esencia, Wook también se corrió y se dejó caer exhausto sobre la madera.

Yesung estaba fascinado, ese pequeño era un estuche de monerías. Cuando lo vio por primera vez en ese pasillo, fue como una de esas películas de las que tanto solía hablarle, tan inexperto, tan inocente y tan extremadamente tierno, el nerviosismo en sus ojos lo atrapó, se clavó profundo en su interior. Se había enamorado y ni siquiera se había dado cuenta.

Con el tiempo alejarse de él se le hizo más difícil, creyó que quizás no seria bueno acercarse más de lo suficiente, él tenia mala reputación y eso lo dañaría. Se metió en malas cosas, se alejó y lo dañó. Y aún así le sorprendía que el confiara tanto en él como para encontrarse ahora en esta situación, sobre todo después de todo lo que le habían hecho, le tenía tanta confianza que dejaba atrás los traumas causados por tratos similares a este en aquellas veces que Hyuk lo lastimaba. La diferencia era que ahora Yesung realmente estaba encargándose de su placer.

—Wookie...ven acá...—salió de su interior, dejándolo un poco confundido y después de des amarrar sus manos, lo recostó sobre la alfombra. Le colocó detrás uno de los cojines del sofá para que pudiera acomodar su cabeza.

—¿Todo bien?...—vio el cambio en su expresión, Yesung asintió y lo abrazó contra su cuerpo, una paz extraña se apoderó de su pecho, se sintió diferente. Wook lo rodeó y se acurrucó en él, lo amaba, si que lo hacía. Aprovechó esos momentos para respirar profundo y calmar su respiración.

—Todo perfecto...—sonrió besándolo con suavidad.

—¿Sabes qué?...me gusta haber descubierto como ser así de pervertido...pero me gusta aún más que me abraces mientras me haces el amor—sus ojitos brillantes se encontraron con los del mayor y le mostraron esa tierna mirada de niño enamorado que tanto le encantaba.

—Gracias cariño...por confiar de ese modo en mi...—se recostó a su lado y lo abrazó fuertemente contra su pecho—te amo...muchísimo...

—Ay Yesung~...yo también te amo—rió suavemente tratando de contener las lágrimas—te confieso que estuve a punto de golpearte...pero sé que tu no vas a hacerme daño...cambiaste mucho...—le acarició las mejillas—contigo puedo explorar abiertamente mi cuerpo, ser libre y olvidar todas esas cosas...eres todo lo que necesito.

—Y tu también eres todo para mi...ahora debes descansar—sonrió halando la manta que Wook siempre tenía doblada en el sofá para sus tardes de películas y la colocó sobre ambos—fue algo muy cansado para ti...y también para mi—rió.

Se acurrucó con él y lo pegó lo suficiente para poder acariciar su cabello húmedo, mientras poco a poco lo veía quedarse dormido, a decir verdad ya se había tardado.

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