—¿Entonces estas diciendo que no es posible arreglarlo?—preguntó Hoseok mientras observaba el artefacto sobre aquella mesa de cristal.
Taehyung negó
—No digo que sea imposible... Solo difícil, traje lo que considere necesario, sin embargo en mi casa tenía más cosas que tal vez podrían ayudar.
—Está bien, apenas tenemos 2 días aquí... Supongo que...
—No, no tenemos tiempo para relajarnos —interrumpió Jungkook—¿has visto las noticias?, ¡hubo heridos en ese ataque Hoseok! , los siguientes podríamos ser nosotros, ¡el podría venir aquí en cualquier momento!—dijo Jungkook alterado.
—Jungkook —dijo Hoseok sorprendido.
Los ojos de Jungkook se llenaron de lágrimas, caminó hacia el sofá y se sentó sobre este, donde cubriendo su rostro con sus manos se permitió llorar.
YoonGi se acercó hacia el, colocándose frente a él.
—Jungkook...
Jungkook lo miró, sus ojos brillantes y rojizos.
Entonces YoonGi no pudo más y lo abrazó, abrazo que fue correspondido al instante por Jungkook.
—No quiero que te pase nada YoonGi —dijo Jungkook, su voz ronca y entrecortada.
—No me pasara nada, deja de llorar, yo se que tu eres más fuerte que esto, ¿cierto?—dijo YoonGi mientras acariciaba suavemente su cabello en un intento por relajarlo.
Poco a poco los músculos de Jungkook se aflojaron un poco, dejándose llevar por el toque de YoonGi.
Taehyung, quien los veía a la distancia, desvió la mirada, continuando con su labor de arreglar el teletransportador.
Hoseok se acercó a Taehyung
—Si te gusta, ¿porqué no sólo se lo dices?
Taehyung se tensó
—No se de que me estas hablando, iré al sótano a seguir trabajando en esto—dijo Taehyung antes de recoger sus cosas e irse de ahi.
Hoseok suspiró mientras dirigía su mirada hacia YoonGi.
Las cosas no estaban resultando como el había esperado después de todo.
—Quedan pocos días...
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Más tarde esa misma noche, YoonGi había decidido hacerles unos postres, por lo que se la había pasado el resto de la tarde preparando todo para hacer unos Baram tteok, la receta que su abuela le había enseñado pocos meses antes de morir, y en su defecto, uno de sus postres favoritos.
Se dirigió a la sala principal, donde se encontraba Taehyung junto a Hoseok, tratando de activar un sistema de seguridad que habían comprado para la casa mientras que Jungkook observaba el cielo a través de la ventana.
Se acercó a Jungkook
—¿Interrumpo?
Jungkook sonrió
—Sabes que tu nunca interrumpes—miró a la pequeña charola entre sus manos—¿Son Baram tteok?
YoonGi lo miró sorprendido
—Si, no creí que supieras de ellos, quiero decir, si son conocidos pero la mayoría los conoce por...
—Gaepi tteok.
YoonGi asintió. Jungkook sonrió.
—Mamá solía hacerlos para mi todo el tiempo, almenos así fue hasta que papá dijo que estaba engordando—dijo con una sonrisa divertida en su rostro —aún así seguía haciéndolos, son mis favoritos, muchas gracias YoonGi.
—¿Cómo era tu mamá?
Jungkook dejó de comer, miró a YoonGi a los ojos y sonrió.
—Mi madre era la persona más cálida que pude haber conocido en mi vida, además de su belleza física, su belleza interior siempre fue la más brillante, no sólo para mí, para el resto de las personas también. No había persona que no amara a mi madre, su enorme corazón siempre siendo su mayor virtud, su mayor defecto, pues siempre vio por mí y por mi padre más que por su propio bienestar.
—¿La has visto?, quiero decir... En esta época...
Jungkook asintió
—¿Y como está ella?
—Está muy bien, también papá lo está, los mantengo en un lugar seguro, al igual que a ustedes.
YoonGi suspiró.
—Jungkook...
—Dime.
—¿Creés que Taehyung me odie? —dijo YoonGi, una pequeña lagrima cayendo por su mejilla.
Jungkook la limpio. Miró de reojo detrás de YoonGi, percatandose de como Taehyung miraba en dirección a ellos.
Jungkook devolvió su mirada a YoonGi y sonrió.
—¿Porqué no vas y pláticas con el?, creo que ambos tienen muchas cosas de que hablar.
—Pero, ¿y si el no quiere hablar conmigo?, el me odia...
—El podrá sentir muchas cosas por ti, pero odio no creo que sea una de ellas.
YoonGi lo miró con confusión.
Jungkook observó cómo Taehyung se levantaba de su lugar para irse de ahi, supuso que a su habitación, por lo que tenía que hacerlo, era ahora o nunca.
—Ve y habla con él, nunca sabrás lo que siente si no lo intentas.
