Existen diversas aplicaciones para celulares que te notifican cuando llega un aviso en tu computadora, por su puesto, Theo tenía una de esas, y su celular vibraba como loco. Al principio decidió ignorarlo pensando que era su amigo molestándolo, y volvió a su lectura, pero al seguir escuchado ese ronronear que causaba al rozar con la mesa de centro, pensó que tal vez algo malo había ocurrido. Se levantó levemente y revisó su celular. Al fin leyó que el programa que le informaba que buscaba su nombre o el de su mejor amigo, había estado mandando avisos desde hace diez minutos.
Theo no era la clase de personas que pensaban en positivo, el estaba seguro que al policía había descubierto y que tenía que salir de ahí.
Sus sospechas sobre su teoría incrementaron al momento que su celular comenzó a vibrar en sus manos y el identificador indicaba que era Derek.
– Maldición– el aseguraba que todo estaba perdido– ¿Hola?
– Realmente debes de dejar de ignorar las notificaciones de tu celular, amigo mío.
– Ya la vi, aún no entro a la computadora– estaba demasiado ocupado perdiendo en control sobre sí mismo.
– Bueno, ahora sabes que ya buscaron tu nombre, ¿no es verdad?
– ¿Fue el mío?
– Si– dijo con seriedad– A mi aún no me buscan, pero revisa la ubicación del lugar donde te buscaron– Derek ya sabia la verdad, pero le gustaba atormentar al menor.
Theo se dirigió a su habitación donde se encontraba el portátil y lo abrió con nerviosismo. Colocó la contraseña numérica y lo primero que apareció fue el programa abierto– Mierda– susurró Theo mientras se descongelaba la imagen.
– ¿Qué pasó?
– Nada, este pedazo de basura no carga– dijo golpeando la pantalla con suavidad.
– Si la apagaras de vez en cuando, tal vez no se congelaría.
– Es mi computadora, yo decido que hacer con ella– la imagen se descongeló– ¡Listo! Ya me apareció la dirección.
– Yo no he revisado donde es– no mentía, él si había reconocido la dirección– ¿Sabes dónde es?
– Lo estoy buscando, espera– tecleó con rapidez la dirección en el GPS de la computadora y esperó unos segundos con impaciencia. La página al fin abrió el lugar, Theo presionó varias veces para ver la imagen del lugar que le parecía conocido– ¡Muévete!
– Si la sigues presionando, lo único que vas a lograr es trabarla, relájate y espera.
– ¡¿Como quieres que me calme cuando me están investigando, Derek?!– la imagen por fin se mostró en la pantalla– Imposible– susurró para si mismo.
– ¿Ya se abrió?
– No puede ser– siguió hablando en un susurro– No puede ser, no puede ser.
–¿Puedes calmarte?– dijo riéndose– Ya te encontró.
– Le tomó bastante tiempo, ¿sabes?
– Envíale un mensaje– su tono se volvió travieso.
– Es lo que haré– tomó un celular que se encontraba en el cajón de su cuarto y lo encendió. Era un teléfono antiguo que no tiene ni siquiera Wi-Fi, como el que utilizaban para hacer las llamadas cuando tenían que extorsionar. Comenzó a presionar los botones con rapidez y sonrió al ver que el mensaje había sido enviado.
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Estocolmo [THIAM]
Novela JuvenilLiam es un chico de 24 años. Es el único hijo de la adinerada familia Dunbar. Su padre era el dueño de casi la mitad de las empresas del país, y su madre era la dueña del 45% de QVC. Theo Raeken, por otra parte, se dedicaba a hacer "negocios", tenie...