Liam se había ido hace un par de horas de casa de Theo, este último estaba esperando la llegada de Nolan para ir a ver a Vito juntos. Tomó su celular y cuando estaba a punto de marcar el número de su amigo, golpearon a su puerta. Se levantó del sillón y abrió.
– Buenas tardes, Theo– era Vito.
– Vito, buenas tardes– en verdad estaba sorprendido
– Me enteré por una fuente muy confiable de que irías a verme, así que decidí hacerte un favor y apresurar nuestra plática.
– Estoy muy agradecido– se hizo a un lado permitiendo que el italiano pasara.
– Vamos a hablar de tu repentina salida de la ciudad, ¿quieres?
– Claro, vamos directo al grano– Vito lo miró mientras tomaba asiento– Salí de la ciudad porque inicialmente estaba herido, la explosión fue más aparatosa de lo que debía haber sido.
– Estoy consiente de eso, lo que no entiendo es cuál fue la razón por la que huiste con tanto miedo si realmente tú no hiciste nada malo– alzó una ceja acusándolo.
– Lo que realmente me preocupaba era que la policía indagara más de lo que debía al ver un testigo obvio de la explosión, debido a las quemaduras. Yo no tengo documentos oficiales, lo sabes bien, ninguna identificación real, así es que cualquier indagación de más podría meterme en graves problemas, tú bien sabes que como sicario debes estar seguro del momento en que debes retirarte.
– Lo sé, también quisiera saber ¿por que te quedaste tú solo adentro cuando Derek normalmente se queda contigo?– acarició su barbilla– Tampoco estoy seguro de la razón por la que había un carro extra en ese lugar– el corazón de Theo se aceleró con las últimas palabras del chico, ese coche extra era el coche de Liam– En efecto, estábamos vigilando que tu trabajo fuera hecho de acuerdo con tus habilidades, no porque desconfiemos de ti, pues no es la primera vez que trabajas para nosotros, lo que realmente me preocupaba era la razón por la que decidiste causar una muerte tan aparatosa. Cualquiera podría pensar que solamente era una cortina de humo para esconder algo que no quieres que sepamos.
– ¿Algo que no quiero que sepan?– Theo tomó una botella del bar y dos vasos para servir el licor en ellos y le entregó uno Vito mientras se sentaba cruzando las piernas en el sillón– Sería estúpido intentar ocultarte algo estando consciente de que tu red de comunicaciones muchísimo más grande que mi alcance de comprensión.
– Me alegra que estés enterado de eso porque también me interesaría saber quién es ese chico tan guapo que te acompaña a todas partes– la piel del menor se erizó de pies a cabeza al ver las fotografías que había dejado caer en la mesa. En todas ellas aparecía Liam, en unas de ellas aparecía solo, en otras, aparecía acompañado por el menor, pero en todas, el ojiazul era el protagonista.
– Es sólo un chico que tengo para la ocasión. Ya sabes, las necesidades que todo hombre tiene que satisfacer
– Oh, conozco las necesidades de las que estás hablando– sonrió y dio un sorbo a su bebida– Y la verdad es que parece que ese pobre chico las cumple increíblemente bien, pues no sólo se te ha visto con él un par de veces– se recargó en el descansabrazos– Parece que llevas un tiempo relativamente largo con esta relación.
– Yo no la llamaría relación– tomó un largo respiro mientras bebía de su vaso tratando de pensar en la respuesta que Vito buscaba– En realidad yo lo llamaría una puta fija– carraspeó intentando esconder lo incómodo que se sintió al decir eso– Como cuando encuentras a esa prostituta en el barrio que sabes que te va a satisfacer y realmente no quieres cambiarla porque no estás seguro de que las demás lo harían de la misma manera.
– Entiendo– dejó el vaso en la mesa– Así que no habría ningún problema si tú "puta"– alzó los dedos a modo de comillas– Recibiera un par de apuñaladas, ¿cierto?
– Realmente yo no tendría ningún problema con eso. Más allá del problema sexual que provocarías en mi cuerpo, no es mi problema– torció los labios levantándose de nuevo para servirse otro trago– ¿Gustas algo más?
– No más para mí, gracias– miró al menor sirviendo el alcohol– Creo que tu reacción sería más fuerte que eso.
– No tengo porque preocuparme por algo que puedo encontrar en cualquier parte de la ciudad.
– Supongo que no– dudó un par de segundos para después recargarse por completo en el sillón y soltó un suspiro– Tenía la esperanza de que fuera algo un poco más sentimental para poder amenazarte con él– Theo intento disolver el nudo en la garganta que se le había formado dando un gran trago a su bebida y luego lo miró.
– ¿Para qué necesitas amenazarme?– lo miró con curiosidad.
– Es verdad... Ya no necesito amenazarte debido a que no tienes ningún lazo que te amarre a esta ciudad.
– Ninguno otro que no sea Derek.
– Puedes llevarlo si así lo quieres– se encogió de hombros desinteresado– El trabajo que tengo es en Europa y probablemente tardes de seis meses a un año en volver.
– ¿Qué quieres que haga?
– Quiero a un par de políticos muertos.
– Eso me va a tomar más de un año– su voz se debilitaba al pensar en su novio.
– Lo sé– lamió sus labios y se levantó– Será mejor que te despidas de tu puta de turno, no lo verás en un buen tiempo– terminó de beber su trago y lo dejó sobre la mesa nuevamente– Ten por seguro que la despedida será vigilada por alguno de mis hombres– caminó hasta el ascensor y entró sin mirar al menor– Tu vuelo sale hoy mismo, a las 8 de la noche, mi gente te verá en el aeropuerto con un boleto para Derek.
Salió del departamento dejando a Theo en un estado de shock. Recién le había prometido a Liam que esta vez estarían juntos, y estaba harto de romper sus promesas. Peor aún, no había forma de que se despidiera de una manera correcta sin ponerlo en riesgo, de cualquier manera, esa relación estaba por ser destruida.
– Tengo suerte de que mi chico sea listo– sonrió de lado y corrió al estudio para tomar una hoja de papel y comenzar a escribir, tenía una carta por escribir y una pequeña explicación, no había tiempo que perder.
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Estocolmo [THIAM]
Ficção AdolescenteLiam es un chico de 24 años. Es el único hijo de la adinerada familia Dunbar. Su padre era el dueño de casi la mitad de las empresas del país, y su madre era la dueña del 45% de QVC. Theo Raeken, por otra parte, se dedicaba a hacer "negocios", tenie...