Liam y Stiles llevaban un par de minutos en un silencio incómodo, en el Starbucks que se encontraba justo enfrente de la oficina de Liam.
– Júrame que no me estas mintiendo, Liam– al fin lo miró.
– Te lo juro, no puedo dejar de pensar en él.
– ¿Por qué me cuentas todo esto? ¿Qué pretendes con confesar el amor que sientes hacia un secuestrador?
Liam tenía permiso de faltar al trabajo por parte de su padre para que se pudiera recuperar por todo lo que pasó en el secuestro, pero al no necesitar recuperarse por nada, utilizaba ese tiempo para tratar de encontrar a Theo, para eso necesitaba a Stiles.
– Necesito que me ayudes a encontrarlo.
– ¿A pesar de lo que sientes vas a entregarlo? Eso es muy valiente de tu parte.
– No, Stiles– tenía la mirada clavada en la mesa– Necesito que me ayudes a encontrarlo para poder volver a verlo.
– ¡¿Que?!– gritó causando que varias miradas molestas se dirigieran a ellos.
– Baja la voz– le dijo en un susurro– Muchos de mis empleados vienen aquí.
– Estás demente– dijo en un tono de voz más adecuado– Liam, ese tipo está enfermo, es un secuestrador, nadie en su sano juicio hace eso– notó, por la mirada del menor, que eso no le importaba– Y puede que ya te haya olvidado.
– No, Stiles, si yo pensara que me ya me ha olvidado lo dejaría por la paz, tu lo sabes, pero te aseguro que aún me observa.
– Que romántico– dijo con sarcasmo.
– Observa esto– ignoró las palabras de su acompañante y sacó unas hojas de su portafolio– Él está todo el tiempo detrás de mi, se da cuenta de la mayoría de mis movimientos y recibo una de estas al menos tres veces a la semana.
Le mostró a Stiles todas las notas que Theo dejaba en su correo sin dejar pista alguna. Había preguntado varias veces si alguien había visto a alguien externo al edifico acercarse, pero la respuesta siempre era negativa.
– "Me agrada esa gabardina negra"– leyó en voz alta– "Deja de tomar tanto café, niño", "Deja de ser tan flojo y ve a trabajar"– lo miró confundido.
– Esta es la última que me llegó, este mismo lunes– revolvió las hojas en la mesa con la emoción de un niño abriendo un juguete nuevo, y al encontrar dicha nota, sus ojos brillaron– Ten, léela.
Stiles la tomó con duda.
– "Liam, te extraño. Tu vales todo el riesgo que estoy tomando por ti"– alzó una ceja y después, su mirada al castaño– ¿Riesgo?
– Obviamente no puede andar por la vida tomado de la mano con alguien que secuestró.
– De acuerdo, esto me parece la mayor locura que haz hecho, y mira que haz hecho muchas locuras estúpidas en tu vida– lo miró suspirando con paciencia– Pero te ayudaré en lo que pueda– Stiles era un agente de la NCA que es parte de la INTERPOL. Si había alguien que podría ayudarlo era un agente de las policía, y si había un agente que podía ayudarlo, era él– Empecemos por el principio, ¿ya revisaste que esas hojas no tuvieran huellas digitales?
– Claro que no, ¿A donde querías que las llevara? ¿Con qué excusa?
– Tienes razón. En todo caso lo mejor fue que me llamaras, así podré cuidarte las espaldas mientras haces tus locuras– se levantó de la mesa recogiendo todos los papeles– Ya vámonos, tenemos que llegar a mi oficina para poder examinar las hojas.
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Estocolmo [THIAM]
Novela JuvenilLiam es un chico de 24 años. Es el único hijo de la adinerada familia Dunbar. Su padre era el dueño de casi la mitad de las empresas del país, y su madre era la dueña del 45% de QVC. Theo Raeken, por otra parte, se dedicaba a hacer "negocios", tenie...