Capítulo veinticinco.

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Los días pasaban y Harry continuaba sin saber nada de Draco. No se movía de la cama casi para nada. No iba a clase y sus amigos le tenían que traer la comida porque no bajaba nunca. Sabía que sus amigos estaban muy preocupados por él pero en ese momento no podía importarle menos.

Sentía que ya había sobrepasado el cupo que tenía una persona de sufrimiento y no sabía como iba a poder soportar eso. Harry sabía en el fondo que ese pensamiento no era coherente, pero no podía evitar culpabilizarse por lo ocurrido, no solo porque sintiera que no había hecho suficiente si no porque también sentía que lo pudo haber evitado. Si hubiera sacado a Draco de esa mansión, si ese día donde lo persiguió al baño no se hubieran puesto a tirarse hechizos y Harry le hubiera prestado su ayuda cuando era evidente que estaba pasándolo mal, si hubiera pedido ayuda a la Orden para que ayudase a Draco... quizás todo habría cambiado, quizás Draco estaría bien en ese momento.

No quería ni pensarlo, el hecho de que Draco en ese momento probablemente ya no estuviese en ese mundo más, le provocaba un dolor y un vacío en su pecho que era insoportable, un dolor irreparable que no había forma de eliminar. Quien fuera que manejase todo allí arriba sentía un intenso odio por Harry, porque no contento con haberle arrebatado a su familia, le había colocado como el foco de atención del mago más tenebroso de todos los tiempos, le había hecho ver perder a sus amigos y la gente que él quería, y por si eso no había sido suficiente, le había puesto en su camino al amor de su vida, le había dado la oportunidad de conocer a quien hasta ahora había sido su enemigo de una forma diferente y le había hecho enamorarse, solo para hacer daño a Draco y arrebatárselo de su vida como quien le quitaba a un niño un caramelo el cual ya había empezado a saborear y a disfrutar. Y no, no podía, no era capaz de asimilar ni soportar más pérdidas, y menos de una persona a la que amaba y necesitaba con tanta fuerza. Solo quería que eso fuese solo un mal sueño y en cualquier momento se despertaría y tendría a Draco durmiendo a su lado.

- Harry...- Hermione y Ron habían entrado en la habitación, era Hermione quien le había llamado con ese tono preocupado que se estaba volviendo tan habitual. Harry no levantó la cabeza de la almohada ni se deshizo de su posición encogida, pero supo que habían sido ellos dos quienes habían entrado sin necesidad de verlo.

Ambos se sentaron en la cama de delante de él, en la que era de Ron, confirmando sus pensamientos. Harry les miró a los dos fijamente con una mirada vacía que demostraba que ya había sobrepasado su límite. Hermione se levantó y le abrazó y notó como Ron le acariciaba la pierna. Al cabo de un rato ambos volvieron a sus posiciones originales.

- ¿Cómo estas?- Le preguntó Ron y Harry pensó que había sido una pregunta muy estúpida.

- Bien.- Mintió, sabiendo que los tres sabían que no era cierto.

- A Draco no le gustaría verte así.- Habló Hermione y Harry la fulminó con la mirada.

- A Draco le da igual porque esta muerto.- Dijo duramente y sintió como sus ojos se inundaban en lágrimas que no podía contener.

- Harry eso no está confirmado todavía...

- Le ha dado un puto infarto y todavía ni he recibido nada de él, creo que es un poco evidente.

Harry sabía que estaba siendo injusto con sus amigos, pero no podía comportarse de otra forma, se encontraba tan mal y estaba tan enfadado con el mundo que le daba igual de todo.

- ¿Y qué solucionas estando así tirado en la cama sin ir a clase y sin a penas comer ni lo que te traemos nosotros dos?- Esta vez quien habló fue Ron y su tono fue un poco más duro.- Lo único que vas a conseguir es morirte tu también.

- Pues me daría igual. Tengo mucha gente que quiero esperándome en la otra vida.

- Harry ni en broma te plantees eso, ni en broma.- Hermione fue quien en esa ocasión empleó un tono más duro.- Tienes una vida preciosa por delante y has sobrevivido a muchas cosas como para darte ahora mismo por vencido por una perdida de un novio. No es el único chico en el mundo y vas a encontrar a otra persona de quien te vas a enamorar y con quien querrás pasar el resto de tu vida, si te vas nunca vas a tener la oportunidad de ser feliz, sé que te tiene que doler mucho porque estas enamorado de él pero como te he dicho te volverás a enamorar.

Bring me to life. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora