Bring me to life.

Capítulo veintinueve.

Harry estaba muy emocionado porque le habían comunicado que como jefe de los aurores tenía que viajar a Nueva York, al otro lado del océano, por unos temas de trabajo. Harry nunca había viajado y estaba realmente feliz, no podía esperar para contárselo a sus amigos y a Seamus, y a todos sus amigos en general, pero a ellos tres estaba especialmente emocionado.

Llegó a su casa sabiendo que su novio no llegaría hasta la noche, por temas de su trabajo, así que se duchó y se puso rompa limpia para tomar la red flu e irse a casa de Ron y Hermione a contarles la noticia. Como siempre no les avisaba, ellos le habían dicho siempre que fuese a su casa cuando le diese la gana que siempre sería bienvenido, y Harry sabía que era verdad.

Así que tomó la red flu llegando instantáneamente, y como siempre hacía se hizo a sí mismo un encantamiento limpiador, iba a llamar a sus amigos para avisarles de que había llegado cuando escuchó unas voces y varios riéndose, se quedó paralizado cuando distinguió la voz de Draco.

- Os lo juro, se quedó con una cara.- Dijo Draco riéndose y escuchó a Hermione y a Ron reírse también, se colocó más cerca de la puerta sabiendo que se encontraban en la cocina y sin querer interrumpir, aunque sabía que escuchar a escondidas estaba mal.

- De locos.- Dijo Ron.- ¿Y qué hiciste?

- Pues lo que haría una persona normal, me fui a su casa y me lo follé.- Respondió Draco y Harry sintió como su corazón se partía en mil pedazos ante esas palabras. Cerró los ojos para relajarse, no podía ponerse así, no era normal y no era justo ni para su ex novio ni para su novio.

- ¡Draco por dios!- Se quejó Hermione.- Tampoco queríamos detalles.

- Si los queríamos.- Le contradijo Ron y Harry escuchó a Draco reírse, una risa que le hizo a Harry sentir una calidez en su pecho que hacía tiempo que no sentía.- ¿Y habéis vuelto a quedar?

- Sí, pero en el momento que quiera ir más allá me voy volando. No quiero nada serio ahora mismo.

- Está bien.- Respondió Hermione.- Eres muy joven en realidad todavía estamos en edad de experimentar.

- Lo sé. Tony me ha invitado a ir con él a una fiesta muggle.- Explicó Draco y Harry supuso que Tony era el imbécil que le había puesto las manos encima a Draco.- Voy a ir, dice que hay mucho alcohol y es un desenfreno, la verdad es que es lo que necesito.

- Ten mucho cuidado.- Le advirtió Hermione.- En esas fiestas hay muchas cosas peligrosas y mucha gente que se quiere aprovechar de ti.

- No lo harán porque les crucio los cojones.- Dijo Draco y Harry no pudo evitar sonreír ante eso.- Tampoco soy una putona como lo era Potter, y no voy a ir a acostarme con el primero que se me ponga delante, de momento estoy bien con Tony y nuestra relación de follamigos.

Harry se sintió muy dolido ante eso. Sabía que tenía razón pero una vez más se sintió humillado, aún habiéndolo provocado él mismo, aún sabiendo que era totalmente verdad, y le dolió más todavía de saber que Draco tenía esa opinión sobre él.

- No mejor que no.- Le apoyó Ron y Harry volvió a sentir esa presión en el pecho por el dolor a causa de que sus amigos no salieran en su defensa.

- Pero Harry está genial al final.- Dijo Hermione.- Ha encontrado una relación estable y buena, así que eso en realidad no significa nada.

- Claro, pero engaña al novio seguramente con cualquiera que se le ponga delante como hizo conmigo.- Escupió Draco con veneno en la voz.- No sabe mantener la polla quieta, es asqueroso.

- Cuanto odio.- Escuchó a Hermione.- Y es totalmente entendible. Ni yo siquiera puedo mirarlo igual.

Otra patada más en el pecho, Harry cerró sus ojos tratando de no ponerse a llorar como un niño pequeño.