Bring me to life.

Capítulo diecisiete.

Al día siguiente Harry estuvo buscando hablar con Draco a solas toda la mañana, en las clases Harry se le quedaba mirando y Draco simplemente le sonreía, y las pocas veces que había logrado hablar con el y preguntarle, Draco actuaba como si no recordara nada, como si nada hubiese ocurrido. Pero Harry estaba más que seguro que no había sido un sueño. Y luego en los pasillos, cuando podían hablar con mas tranquilidad el novio del rubio siempre estaba pegado a ellos por lo que Harry no podía sacar el tema, y cuando Nott le miraba con sus típicas muecas triunfales de "es mi chico, no el tuyo" Harry quería romperle la cara y gritarle que le había estado comiendo la boca a su novio el día anterior.

En el almuerzo Mcgonagall anunció lo que todos ya sabían, que quedaba una semana para las vacaciones de navidad y felicitó a todos los alumnos por haber completado los exámenes con éxito. También añadió que ese año, por motivo de todo lo que habían vivido y de lo que habían salido, iban a realizar un baile de fin de año antes de que todos se marcharan a sus hogares para celebrar las navidades con su familia. Les especificó que había que ir en pareja, como todos los bailes, y Harry se preguntó con quien demonios podría ir. La primera persona que se le vino a la mente fue Ginny, pero iba a ser algo raro si iba con su ex novia, pero igualmente no quería invitar a ninguna otra chica porque no quería darles ilusiones. Observó como al salir del gran comedor las chicas le miraban coquetas y Harry simplemente les sonreía porque no podía ser antipático, además con la mayoría de ellas se había acostado, así que estaría feo si después de eso las trataba con desagrado y antipatía.

Se despidió de sus amigos para ir a buscar a Draco, que se encontraba caminando hacía las mazmorras de Slytherin con su novio. No iban de la mano y parecía que iban discutiendo. Se acercó a Draco y le agarró por los hombros haciéndole girarse sorprendido y parar de caminar, después esa mueca de sorpresa se convirtió en una sonrisa.

- A mi nunca me sonríes así...- Escuchó Harry murmurar a Nott y Draco le fulminó con la mirada volviendo su vista a Harry, el que había fingido que no había escuchado esa frase.

- Harry.- Saludó Draco suavizando su expresión.- ¿Necesitas algo?

- Nada. Solo quiero pasar la tarde con mi mejor amigo.

- Excelente. Porque yo también la quiero pasar contigo.- Respondió Draco ignorando completamente cuando Nott empezó a quejarse y decirle que él también quería pasar la tarde con él.- Acompáñame a dejar los libros en las mazmorras y nos vamos, todavía no me ha dado tiempo a dejarlos.

Draco agarró a Harry del brazo y caminó mucho más deprisa arrastrándolo dejando a Nott atrás, que empezó a soltar insultos hacia Draco que simplemente le ignoraba. Estaban formando un espectáculo, todos los que estaban allí les estaban mirando sorprendidos y Harry se giró varias veces dispuesto a soltarle una maldición por lo que estaba diciendo, pero siempre Draco le agarraba más fuerte y caminaban más deprisa diciéndole a Harry que se callara y que no valía la pena discutir con él. Hasta que Nott soltó algo que hizo que Draco se parara en seco y aflojara el agarre.

- ¡Me das asco Draco! Estas gordo, eres feo y nadie en este mundo querría estar contigo, deberías darme las gracias, ¡foca!

Harry no pudo aguantar mas y corrió hacia donde se encontraba Nott propinándole un puñetazo tan fuerte que le hizo caerse al suelo en redondo, y aprovechando que estaba en el suelo se subió encima suya y continuó pegándole puñetazos en el rostro notando la sangre en sus nudillos. Su magia estaba totalmente descontrolada y todas las armaduras  y cuadros comenzaron a temblar haciendo que algunos se rompiesen y se cayesen. Harry no se daba cuenta de nada, estaba demasiado ocupado en hacerle el mayor daño posible por las palabras que había pronunciado, por el daño que le podría hacer a Draco y porque con esas palabras estaba jugando con la salud mental y física del rubio.