Bring me to life.

Capítulo treinta y cinco.

Para la desgracia de Harry, Draco fue muchísimo más rápido y esquivó el hechizo y con un rápido movimiento le arrebató la varita dejándole totalmente indefenso.

Draco puso la mano sobre su hombro y Harry notó la presión de cuando se aparecían, y cuando abrió los ojos se hallaba en el apartamento del Slytherin.

- Draco...- Su voz sonó suplicante.

- Me has intentado borrar la memoria.- Su voz sonaba llena de rabia y Harry no pudo evitar sentir miedo al recordar las peleas con Seamus, ¿y si Draco también le golpeaba?- ¡Me la has intentado borrar, joder! Y eso solo me hace pensar que es más grave de lo que he visto hace un momento, porque si no tuviera importancia te habría dado igual.- Harry estaba paralizado mirándole, tenía que inventarse una excusa, la que fuese, para que Draco no se enterara, porque bien recordaba Harry la amenaza de Seamus si alguien se enteraba de lo que ocurría en su relación.- ¡Dime algo, Harry! ¡Qué mierda esta pasando!

Draco estaba sumamente alterado y Harry volvió a temer que le golpeara.

- Nada Draco.- Harry escuchó que su voz sonaba temblorosa.- Te la iba a borrar porque sabía que te ibas a poner así cuando ha sido algo sin importancia. Él no me trata mal de verdad, me trata muy bien...

- ¡No me mientas con esto, Harry!- Draco caminó unos cuantos pasos hacia él y sintiendo todo el terror que sentía en esos momentos con Seamus, caminó también unos pasos hacia atrás hasta chocar con una pared y se encogió sobre si mismo protegiéndose con sus manos, totalmente seguro de que le iba a golpear, y totalmente seguro de que se lo merecía.

Cuando miró a Draco estaba estupefacto mirándole, su mirada era ahora de preocupación y arrepentimiento, e incluso pudo identificar dolor.

- Creías... ¿Harry creías que te iba a hacer daño?- La voz de Draco estaba cargada de dolor y Harry se sintió muy arrepentido por haber actuado así.- Está pasando algo grave, ¿verdad?

Draco se acercó a él y acunó con sus manos su rostro haciéndole que le mirara fijamente, con su pulgar acarició su mejilla con delicadeza mirándole fijamente a los ojos, Harry prácticamente temblaba por todo lo que ese rubio le hacía sentir. Después bajó sus manos por su cuello hasta llegar a sus hombros y comenzó a acariciarles los brazos de arriba a abajo, haciendo que sin poder evitarlo, en el rostro de Harry se dibujara una mueca de dolor.

- ¿Qué...?- Y Draco se apartó un poco y levantó un poco la camiseta de Harry sin darle tiempo a reaccionar, y aunque Harry se la bajó rápidamente supo por el rostro de Draco que había visto los moretones.- ¿Harry?

- Me caí por las escaleras.- Respondió rápidamente, notando como su voz temblaba de nuevo.

- ¿Tu te crees que nací ayer?

- Es verdad por favor tienes que creerme.

- Harry James Potter, dime la verdad.- Notó la voz de Draco entrecortada, y no sabía si era por la rabia o por la tristeza.- ¿Te ha hecho él esto?

- No. Me caí por las escaleras.

- Harry por favor, no solucionas nada callándote las cosas, dime que esta ocurriendo, qué te esta haciendo ese hijo de puta, ¡dímelo!

- Nada.

- ¿Esto es nada?- Draco le levantó la camiseta de nuevo con agresividad, y de nuevo Harry se la volvió a bajar.- ¿Ese hijo de la gran puta se está atreviendo a hacerte daño? Yo sé la respuesta Harry, solo necesito que me lo digas.

- Te he dicho que no es él. No me hace nada, Seamus me trata muy bien.- Harry estaba histérico, aterrado a decir verdad, recordando una y otra vez la amenaza de Seamus de lo que ocurriría con Draco si alguien se enteraba, incluyendo al propio Draco.