Bring me to life.

Capítulo seis.

Habían pasado varios días desde que se sentaba con Malfoy en el comedor y todavía no había logrado que comiese algo. Ron y Hermione se mostraban contrariados y enfadados con él por estar juntándose con el rubio, pero a el no le podía dar más igual. Tenía cosas más importantes que pensar, como por ejemplo lograr que Malfoy no terminase muerto por desnutrición. No había logrado sacarle sobre las razones por las que no quería comer, se lo podía imaginar, no era tonto, pero no podía asegurarlo y posiblemente estuviese equivocado. Quería escuchar de sus propios labios que le ocurría con una necesidad tan básica y primaria, y desde la humilde opinión de Harry, tan placentera.

Tenía que reconocer que pasaba mucho tiempo persiguiéndolo y con él, había dejado de lado a su novia y a sus amigos y aunque Ginny negaba que se sintiera molesta él le notaba que deseaba que pasara mas tiempo con ella. Sin embargo Ron y Hermione no se molestaban en disimularlo, aunque Harry sabía que si no hubiese sido Malfoy a sus mejores amigos no les habría importado tanto, de hecho no pensaba que les hubiese importado.

En ese momento se encontraban fuera, cerca del río, recién habían terminado su trabajo de Defensa contra las artes oscuras y Harry había propuesto salir un rato para despejarse, Malfoy se había mostrado reacio en un inicio pero terminó aceptando.

El Slytherin se encontraba sentado abrazando sus rodillas mirando fijamente al lago, como si esperara ansioso que algo ocurriera. Harry que se hallaba a su lado con las piernas estiradas y apoyando sus manos en el cesped, lo miraba con disimulo.

- Es increíble.- Dijo de repente Malfoy.

- ¿El qué?- Harry le miró directamente.

- Que estemos pasando tiempo juntos... como...

- Amigos.- Completó Harry.- Que te cuesta decirlo.

Malfoy rodó los ojos.

- Cállate, no me siento orgulloso de que me estés empezando a no caer tan mal.

- ¿Eso es una forma Malfoy para decirme que te estoy empezando a caer bien?

- No te emociones, Potter. Tampoco exageremos.

Harry se rio sin poder evitarlo y ese momento Malfoy se giró a mirarle muy serio.

- ¿Qué te hace tanta gracia?

- Eres jodidamente borde.- Fingió seriedad aunque le hacía mucha gracia. En otra ocasión, en sus tiempos, le habría mandado a la mierda y le hubiese tirado al lago, pero ahora ya no estaba en esas y prefería tomarse las cosas de otra forma.

- Gracias, me esfuerzo mucho en ello.

- Yo creo que te sale natural.

- Para que negártelo.

Harry le dio un pequeño golpe en el hombro.

- Estas ejerciendo la violencia, Potter.- Le dijo muy serio.- Te voy a denunciar a la directora.

- Hazlo.- Le miró desafiante y se acercó unos centímetros.

Malfoy alzó una ceja, continuaba muy serio.

- No me pruebes, sabes perfectamente que lo hago.

- Venga hazlo, yo te animo a hacerlo.

- Tu lo has querido.

Se levantó y caminó hacia las puertas de Hogwarts mientras Harry le miraba irse, sus ganas de hacer bromas se habían disminuido al ver como le costaba caminar. No tenía ni fuerzas ni energía, y eso le preocupaba mucho, necesitaba encontrar una forma de lograr que cambiase de razón, y no tenía ni idea de como empezar cuando ni siquiera sabía cual era el verdadero problema como para abordarlo directamente. Estaba preocupado, si, no lo iba a negar, y lo estaba bastante. Malfoy realmente le estaba empezando a agradar, había descubierto que no era quien aparentaba ser, ante los demás mostraba una faceta dura y de que nada le importaba, como había hecho siempre a diferencia de que ahora no descargaba su odio hacia nadie, pero él había visto de primera mano en aquel baño que se encontraba realmente mal. También se podía ver cuando no se defendía ante nadie.