𝐏𝐖┆Jisoo es una mujer bonita, ha llamado la atención de Taehyung en todas las maneras posibles y él no duda en expresarlo.
❞Mujer bonita, no pude evitar verte.
Mujer bonita ¿Cómo se puede ser tan preciosa?
¿Estás tan sola como yo? ❞
۵ Historia rea...
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La puerta del dormitorio de blackpink volvía a sonar, las chicas estaban cansadas de la situación que se repetía por tercera vez en el día.
—Unnie...— se quejó Jennie, quien, aunque tuviera audífonos, tenía ruido en la puerta en sus oídos.
—Seguiré fingiendo que no estoy.— declaró, sin una pizca de querer hacer lo contrario.
—Puedo escucharte, Jisoo. Se que estas ahí...
Una voz masculina se escuchó de nuevo tras la puerta, y es que había ido hasta ahí, una semana después del evento.
— ¿Entonces porque no te vas? ¿Que acaso quieres otro golpe para que entiendas que no quiero verte?
Gritó, con sus piernas aún cruzadas y sus manos sosteniendo una taza de té.
—No vine aquí por nosotros, Jisoo.— comenzó a explicarse, debido a que se dio cuenta de que si no lo hacía, jamás iba a poder entrar. Las chicas notaron la expresión incrédula en el rostro de la mayor.— Bueno, si es por nosotros, pero no de esa manera.
Esta solo rodó sus ojos para levantarse e ir hacía la puerta.
—Si no te vas en cinco segundos, voy a llamar a la policía.— amenazó, regresando a la mesa por su teléfono. — Así tu empresa tendrá el escándalo que tanto quieres y yo un idiota menos que soportar.
—No hablas en serio...— negó riendo el menor.
—Cinco.
—Habla en serio.— aseguró una de sus miembros.
—Cuatro.
—Espera ¿En serio estás marcando?
—Tres.— dijo mientras el sonido del teclado táctil de su teléfono se hacía presente.
—No, no, no. ¡Espera, Jisoo!
No había que subestimar a Jisoo.
—Dos.
— ¡Tienen más fotos de nosotros!
La cuenta regresiva se suspendió, Jisoo miró hacía la puerta y calló de inmediato.
Esto no podía estar pasando.
—Tienes un minuto.— dijo, tomando la perilla de la puerta y apretando su mandíbula.— Y te juró que si me estas mintiendo saldrás de aquí con más que una cachetada y un insulto.
Suspiró profundo antes de abrir la puerta de un tirón, provocando que el chico que escuchaba tras de esta tambalearse al ser abierta.
Detesto ver su rostro totalmente tenso y enfadado, diferente a cuando sus labios se rozaron por primera vez.
Definitivamente debía solucionar eso, pero primero...
—Te quedan cincuenta y seis segundos.— dijo, sin prestarle atención a su despeinada cabellera.
