pretty woman •vsoo•

𝓽𝔀𝓮𝓷𝓽𝔂 𝓸𝓷𝓮

Kim Jongin miraba el techo de su habitación. Necesitaba relajarse o al menos llevar su mente a otro lugar, pero le era imposible porque cada vez que cerraba sus ojos la imagen de una chica llegaba a su mente.

Ustedes la conocen bien, todo el mundo lo hacía, mucho más ahora que era tema de conversación para todas las personas, noticieros, artículos y todos los medios de comunicación que se les ocurra.

Era difícil ver como tu ex pareja comenzaba otra relación y lo era aún más cuando te la ponen en la cara cada minuto del día, la cosa empeoraba cuando él por fin había aceptado que aún la quería como el primer día.

Pensaba en ella y en todas las palabras que le había expresado antes, durante y después de su relación, sin poder creerse a si mismo cuando se decía "Era mentira, olvídalo de una vez" porque aunque todo apuntara a que eso fuera cierto el sentía en lo más profundo de si mismo que no lo era, lo sabía cuando ella se aferraba a sus brazos y le repetía una y otra vez cuanto lo amaba.

Había visto y estado en varias relaciones pero podía garantizar que nada era igual a lo que ellos tenían, esa era otra razón para estar completamente triste, sin embargo no estaba sorprendido. La recordaba a cada momento por lo perfecta que era y lo afortunado que se sentía al estar a su lado, sabía que era solo cuestión de tiempo para que encuentre a alguien especial que la ame tanto como se lo merecía.

Estaba triste, y algo frustrado, porque ella había logrado superarlo, comenzar algo nuevo, había hecho su vida y la había vivido como ambos querían hacerlo juntos. Aún la quería, maldición, y dolía aceptar que ella quizás nunca lo hizo.

Un loco enamorado desentendido, con el corazón roto desde esa noche nublada, cuando ella corrió, perdiéndose en la oscuridad, sin dejar ver sus lagrimas cayendo por sus mejillas. Acepto esa ruptura en un principio, creyendo ridículamente que la separación no sería larga, que su amor era más fuerte que cualquier cosa que Jennie este pasando. Se equivoco y lo comprobó la noche vieja, casi un año después de que sus corazones se rompieron.

«Debo olvidarme de ella»

Lo había dicho tantas veces, pero en ese momento se sentia necesario, por primera vez parecía real y lo entristeció aún más.

Ya no existía oportunidad u otra manera de solucionar las cosas, ahora había un tercer corazón involucrado y con dos rotos ya era suficiente.