Dulce venganza decían ©

* 25. Nuestra casa *

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NARRA DANIEL

Salimos del local donde se celebraba la ceremonia y la lleve directamente hacia su sorpresa...

- ¿Daniel ... de quien es esta casa?

- Es nuestra casa Ali, y no vas a discutir. Sabes perfectamente que no hay forma de que discutas.

- Cielos Daniel ... - salimos del coche y estábamos cerca de la entrada cuando sin importarme que nos vieran empecé a jugar ahí mismo.

Mi cuerpo estaba ardiendo. La casa está absolutamente vacía ... solo nos encontramos nosotros y nadie más ... quería hacerla mía en cada lugar de esta casa ... nuestra casa. No me resultó para nada difícil deshacerme de su vestido con rapidez.

NARRA ALI

Y ahí estaba de vuelta mi Daniel, el que me conquistó la primera noche que me tuvo en sus brazos y me hizo suya, completamente suya.

- ¡¡Dios Daniel ... estamos afuera aún ...ahh!!

- No me importa, estamos solos aquí ... ohh cielos cómo extrañaba tu cuerpo ... toda tu, cada centímetro de ti, aún me vuelves loco.

Me sostuvo por los los muslos y de una rápida embestida ya estaba dentro de mi, grité al sentirle completamente en mi. Luego comenzó con el va y ven de sus caderas cada vez iba a más, profundizando más en mi, lo que me estaba volviendo loca. Me alzaba y me dejaba caer con fuerza sobre su miembro, no podía parar de gemir más y más ... en cualquier iba a desistir.

- Ahhh joodeeerrr ... Daniel ahh, no aguantaré más si sigues así.

- Eso mi amor ... disfruta y déjate llevar por el deseo. Explota para mi, hazlo ... quiero sentirte ... uff así.

Sus embestidas se hicieron cada vez más duras y rápidas, realmente quería venirme ahí mismo . Cada vez que se hundía en mi mi cuerpo se erizaba, sentía su cuerpo ardiente rozando el mío y la pared estaba fría en mi espalda. No soportaba más por lo que me dejé ir por completo ahí mismo. 

- Eso es ... así mi cielo. Wow esto es esplendido.

Sin salir de mi me llevó dentro de la casa, no sabía donde me encontraba realmente pero noté como me recostaba sobre una alfombra en el suelo y que a nuestro lado había una chimenea. Lo único que se escuchaba era el sonido de nuestras respiraciones y jadeos y las chispas del fuego de la chimenea.

- Ohh mi pequeña, vas a ser mía del todo otra vez.

Mientras él seguía con su lento y delicioso juego entre mis piernas sus manos no paraban de acariciar cada parte de mi...una mano esta sobre mi pecho pellizcando y estrujando mi pezón mientras que sus labios y su deliciosa lengua cada vez me estremecían más ante sus movimientos. Su otra mano se sostenía en mi cadera haciendo presión contra su cuerpo con cada empujón que daba ... lento pero profundo.

- ¿Sabes perfectamente los que deseo verdad? ... ¿Aún es solo mío?

- Ohh si siii .... si lo es 

- Te haré gritar muy alto mi cielo, pero antes quiero que llegues al máximo placer de nuevo ... mmm - dijo mientras me besaba y suspiraba en mi cuello.

Esas palabras dejaban claro lo que vendría luego ... movió su mano que estaba situada sobre mi cintura y la deslizó delicadamente hasta llegar a mi humedad. Pasó sus dedos trazando un pequeño camino hasta introducirse un poco más y terminó introduciendo por detrás sin aviso alguno haciendo que mi deseo por termina estuviera cada vez más cerca y yo más ardiente.