— ¡Muchas gracias, Recovery Girl! —dije, haciendo una reverencia respetuosa.
A pesar de sentirme aliviada porque la herida ya no dolía, el cansancio era evidente. El "beso" de la anciana me había dejado agotada, como era de esperar, y me sentía algo mareada. Salí de la enfermería cerrando la puerta detrás de mí, mirando a ambos lados. Sabía que Bakugo había decidido esperarme afuera, aunque no me sorprendió encontrarlo con sus manos en los bolsillos y los ojos cerrados, aparentemente impaciente.
Me acerqué a él con una sonrisa pequeña.
— ¡Kacchan! —lo llamé, mientras él abría los ojos y me miraba seriamente, aunque después sonrió de lado.
— ¿Ya te curó la vieja esa? —preguntó, sin moverse de su lugar.
— ¡Sí! —respondí, levantando mi brazo y mostrándoselo—. No necesitó vendaje, ya que su particularidad curó la herida por completo. Era superficial, después de todo. —Observé mi brazo con cierta admiración. Recovery Girl era increíble.
— Menos mal —susurró Bakugo casi para sí mismo, aunque lo escuché claramente.
Lo miré entrecerrando los ojos, sorprendida por el comentario.
— ¿Qué dices, Bakatsuki? —pregunté en tono burlón, queriendo provocarlo un poco.
Como era de esperar, frunció el ceño.
— ¡TE HE DICHO QUE NO ME LLAMES ASÍ, FEA! —gritó, antes de tomarme por los hombros y empezar a despeinarme con sus manos.
— ¡Oye! ¡No! ¡Basta! —protesté, intentando detenerlo mientras reía sin poder evitarlo.
Finalmente se detuvo, y yo suspiré aliviada, agradeciendo que la "tortura" hubiera terminado. Sin embargo, antes de que pudiera relajarme del todo, me tomó de la muñeca con rapidez, llevándome lejos de la enfermería. Nos movimos tan rápido que, antes de darme cuenta, estábamos en un pasillo desolado, y Bakugo me acorraló contra la pared. El movimiento fue tan inesperado que mis mejillas comenzaron a arder.
— ¿K-Katsuki? —tartamudeé, sintiendo el calor en mis mejillas—. I-Iremos a comer... ¿verdad?
No podía creer que estuviera tartamudeando frente a él. Mi corazón latía con fuerza, acelerado por la cercanía.
Bakugo se inclinó un poco más cerca, con una sonrisa ladina que solo hacía que mi corazón latiera aún más rápido.
— Tengo lo que necesito justo frente a mí —susurró, antes de presionar sus labios contra los míos en un beso apasionado.
Mi mente se quedó en blanco por un segundo, pero mis brazos se movieron por reflejo, rodeando su cuello. Sentí sus manos firmes en mi cintura, atrayéndome hacia él mientras el beso se volvía más intenso. La forma en que su lengua invadió mi boca sin previo aviso fue feroz, casi desesperada, y aunque traté de seguirle el ritmo, parecía imposible dominar la situación. El beso fue ardiente, tanto física como emocionalmente, y me encontré perdiéndome en él.
Finalmente, nos separamos debido a la falta de aire, aunque nuestras frentes permanecieron unidas. El hilo de saliva que conectaba nuestras bocas se rompió lentamente al distanciarnos. Intenté recuperar el aliento, pero mi pecho subía y bajaba rápidamente, y mi rostro estaba completamente rojo.
— ¿S-sigues teniendo hambre? —pregunté, aún recuperándome y tratando de controlar mi respiración.
Sentía un calor intenso recorriendo mi cuerpo, y mi corazón seguía latiendo desenfrenado. No entendía cómo Bakugo podía mantenerse tan tranquilo en comparación.
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I'll protect you // Boku no Hero academia // (Bakugō y Tu)
FanfictionEsta es mi historia, y de cómo me enamoré de cierto rubio explosivo, ciertamente el camino fue difícil para que ese estupido orgulloso se diera cuenta de lo que sentía. Así que, empecemos por el día en que nos conocimos.