I'll protect you // Boku no Hero academia // (Bakugō y Tu)

Capítulo 22 - Una tarde con los Bakugo

Caminábamos tranquilamente por las calles, tomados de la mano. El silencio que compartíamos no era incómodo, sino una sensación reconfortante que ambos disfrutábamos. No había necesidad de palabras todo el tiempo; simplemente estar juntos era suficiente.

Finalmente, rompí el silencio con una sonrisa juguetona.

— Entonces... —dije, mirando de reojo a Katsuki—. No me dijiste por qué me invitaste de repente a tu casa.

— Mi mamá te invitó a cenar —respondió sin mucha ceremonia, como si fuera lo más natural del mundo.

Recordé cómo había sido ese breve momento en la UA más temprano y no pude evitar sonrojarme al recordar la forma en que me lo había dicho.

Flashback

— Ami, al salir vamos a mi casa —me había dicho Katsuki con su tono decidido mientras caminaba hacia el salón, dejándome completamente sorprendida en medio del pasillo.

— ¿A-Ah?! —había exclamado, demasiado atónita para procesar lo que había dicho en ese momento.

Fin del Flashback

— Tu mamá, ¿eh? —dije con una sonrisa mientras nos acercábamos más a su casa. Sabía que Mitsuki Bakugo era tan directa como su hijo, así que la invitación no me sorprendía del todo. Pero aun así, el pensamiento me emocionaba.

Mientras continuábamos caminando, no pude evitar pensar en cómo nuestras vidas habían cambiado después del festival deportivo. Ahora, no solo estábamos más cerca de nuestros sueños como héroes, sino que también habíamos fortalecido nuestras conexiones. Sabía que, a pesar de los desafíos que vendrían, estaríamos listos para enfrentarlos juntos.

(...)

Cuando abrimos la puerta, ahí estaba Mitsuki, como siempre, lista para molestar.

— ¡Ami-chan! ¿Cómo estás? —exclamó con entusiasmo, tomándome del brazo y abrazándome de forma efusiva—. ¡Tiempo sin verte! ¡Katsuki me contó que ahora son novios!

— E-Eh... esto... —traté de hablar, pero Mitsuki no me dio oportunidad.

— Siempre supe que Katsuki estaba enamorado de ti desde que eran niños. ¡Siempre estaba loco por ti! —dijo con una risa.

— ¡Cállate, vieja! —gritó Katsuki, claramente avergonzado.

Mitsuki le dio un golpe en la cabeza, dejándolo sobándose el área afectada.

— En serio, pensé que nunca le harías caso por lo idiota que es —continuó la mujer, sin perder el ritmo.

Sabía que esto iba a ser una tarde larga.

— Puedes ponerte cómoda en la habitación de invitados. No te preocupes, Katsuki no entrará —dijo Mitsuki, guiñándome un ojo.

— Gracias, Mitsuki-san —respondí con una reverencia.

Entré en la habitación de invitados, donde me esperaba un conjunto de ropa. Era una falda negra y una blusa blanca, bastante lindo, pero... ¿por qué estaba ahí? ¿Era para mí? También había una toalla lista.

Después de asearme y cambiarme, me encontré a Katsuki esperándome al abrir la puerta. Llevaba su habitual camiseta con la calavera en el centro.

— Hola —dije, sonriendo un poco.

— Esa vieja adivinó bien tu talla —comentó, mirándome de arriba abajo.

— No tenía que hacerlo —respondí, un poco avergonzada.

— Eso mismo le dije, pero nunca me escucha —refunfuñó, cruzando los brazos—. Aunque, no ibas a quedarte con el uniforme todo el día, ¿verdad?

Nos quedamos en silencio unos segundos, solo mirándonos.