☽ Capítulo 13 ☾

4.1K 534 264
                                    

—Hazel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Hazel...

El llamado entra furtivamente a mi inconsciencia y se engancha en algún imago de mis fantasías como el anzuelo de una caña de pesca.

—Hazel... despierta.

El anzuelo tironea y comienzo a revolverme incómodo. Soy un pez a punto de ser pescado.

—¡Hazel!

Me incorporo de un salto, aunque aún floto en una nube de desorientación. El rostro de pocos amigos de Lya toma forma gradualmente y luego le sigue la cabina del avión... ¡El avión! ¡El viaje!

Me pongo rojo. ¡M-Mi trasero!

Jodido alfa atrevido.

Con los ojos redondos avizoro hacia los todos lados en busca de Moon, pero solo veo a Lyanna. Ya es de día. Discretamente le doy un vistazo a mi ropa y no logro camuflar mi sorpresa al reparar en mi nuevo outfit: pantalones cargo, botas militares, camiseta de malla ajustada y gabardina larga. ¿Cómo llego todo eso a mi cuerpo? 

Mis bermudas y el resto de mi ropa no están en ningún lado. Mis ojos se agrandan más cuando se me cruza un pensamiento por la cabeza, el cual me lleva a revisar mis calzones.

¡Estos no son mis calzones de bananitas y sandías! Son negros y aburridos, y no puedo creer que el alfa haya traspasado los límites de su sinverguenzura para llegar a cambiarme de ropa mientras yo dormía como un bebé.

—¿Qué te sucede? —bufa Lya—. ¿Cansado luego de follarte al alfa toda la noche?

—¡N-No me lo follé! Deja de decir tonterías. ¿Ya llegamos? —Noto que lleva puesta su chamarra abrigada y botas con felpa.

El rostro de mi amiga se ensombrece y de repente advierto en su mano un desodorante en spray que apunta hacia mí sin escrúpulos. Me rocía el perfume furiosamente, haciéndome toser y ahogarme por la pestilencia artificial.

—¡Basta! —Manoteo el desodorante y sale despedido de sus dedos hacia una de las camas—. ¡¿Qué demonios te pasa, gilipollas?!

—¡Apestas a alfa!

—¡No soy yo! ¡Es la ropa! —Seguramente soy yo, pero debo encontrar la forma de manejar su temperamento—. Moon me la obsequió anoche para que no me congele cuando arribáramos. Te lo juro. Tampoco me lo follé, no seas ridícula.

No sé qué hago dándole tantas explicaciones, pero al menos se calma un poco y me deja en paz.

—Ya bajaron todos. Apresúrate —escupe.

Doy algunas vueltas por la cabina cuando me quedo solo, buscando mi ropa por los maleteros y por debajo de las camas, pero ni siquiera soy capaz de olfatearla. Moon la debe haber botado.

Lanzo un soplido ruidoso y me resigno a salir del avión, que por suerte no se desintegró en la tormenta. Me asalta un recuerdo pernicioso.

"Realmente quiero cogerte, pero no me gustaría tumbar el avión".

EXTINCTION【Libro I】|Disponible en físico|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora