—Cariño, ¿por qué tienes esa cara?
Haridyen no contesta. Ni siquiera le ha dedicado una verdadera mirada al chico que le acompaña desde que entraron en la habitación.
—Har...
—Solo chúpala.
—Oh, ya veo, bien... haré que se te quite ese humor del demonio.
El omega le agarra la polla y lo masturba con presteza, le besa el cuello y se penetra a la par con sus propios dedos, gimoteándole obscenidades en la oreja. Más que caliente, a Haridyen se le hace jodidamente molesto. A pesar de ello, sabe que el problema no es realmente el pobre omega... el problema es el cabrón de Raegar. Haridyen no puede creer que le haya abandonado en su cumpleaños, le duele infinitamente que su Arcano y mejor amigo haya priorizado una estúpida reunión mientras a él lo pateaba al segundo plano. Haridyen se siente traicionado, siente que su vida es una mierda y que nada vale la pena. Se siente solo, miserable y devastado, odia a Raegar, odia al omega que ahora le está chupando las bolas y odia todo lo que le rodea. Joder, no se soporta ni a sí mismo.
El chico, un castaño de lindos ojos verdes que le estuvo coqueteando toda la noche y cuyo nombre no recuerda, endereza la espalda y lo mira con el rostro levemente contraído.
—¿Estoy haciendo algo mal? Solo dime, haré lo que a ti te guste.
Solo entonces Haridyen se dispone a echarle un vistazo consciente. El omega luce amargado e incómodo. Haridyen no tiene idea de cómo explicarle que la causa de su polla flácida no es su falta de habilidad o belleza, sino un desengaño a manos de su Arcano que le carcome el corazón.
No quiere actuar como un patán.
—Lo lamento. —Se cierne sobre el cuerpo del chico y lo tumba sobre el colchón, robándole un gritito de sorpresa erotizado.
Luego lo voltea para dejarlo boca abajo y mete su mano entre los pliegues del trasero gordo hasta dar con su agujero empapado. Inserta dos y luego tres dedos que hacen plañir de placer al omega. Haridyen cierra los ojos e imagina lo impensado. En su cabeza, el que está en el lugar del chico es él, y el que está en su lugar es... se le escapa un gemido y su pene se para, duro y pulsante. Muerde sus labios, tanto por la excitación como por la vergüenza que sus ominosos pensamientos le producen.
El castaño le ruega a gritos que lo tome, pero Haridyen solo se escucha a sí mismo pidiéndole lo inconcebible a su Arcano. Monta al omega y empuja las caderas hasta que las paredes apretadas de su interior se cierran alrededor de toda su rígida polla.
—¡Oh, sí, alfa!
El chico se estremece y lubrica abundantemente. Haridyen suelta un suspiro tembloroso, sale del recto goteante y vuelve a abrirlo de una brusca estocada, oyendo la voz gemebunda y quebradiza del omega cada vez más ahogada por su imaginación. Ahora Raegar está recibiendo su polla en su boca, chupándosela mientras le mira con esos impresionantes ojos infernales. Esa voluptuosa imagen lo arrastra al límite y le deja el nudo hinchado como una pelota de tenis.
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EXTINCTION【Libro I】|Disponible en físico|
Fantasy《𝐀𝐁𝐑𝐀𝐊𝐀𝐃𝐀𝐁𝐑𝐀 #𝟏》 ❝𝕯𝖎𝖔𝖘 𝖍𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖔❞... Y su raza está maldita. ¿El amor será suficiente para salvarlos de la extinción? Tres años han pasado desde que Hazel Lothen tomó la decisión de rehacer su vida, lejos de su manada y d...