☽ Capítulo 15 ☾

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—¿Qué? ¡Moon

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—¿Qué? ¡Moon... ! —grito acoquinado.

—¿A dónde estás mirando, pequeño omega?

Me volteo sobresaltado. Moon viene caminando desde la derecha, por fuera del laberinto y con su gabardina bastante maltratada. Un importante rasguño forma una diagonal en su pecho, y la sangre que del mismo supura humedece su camiseta, haciendo que la tela oscura se vea azabache como su cabello. No puedo estar más ofuscado, pero la preocupación me empuja hacia él. Ya estoy fuera del laberinto, el Moon anterior puede haber sido irreal, pero no hay manera de que este también lo sea.

—Oh, por Eón, ¿qué te sucedió?

—Vrykolakas —escupe con desdén—. Me atacaron apenas puse un pie fuera del laberinto, y estaba... algo desorientado como para reaccionar de inmediato.

—¿Estás bien? Esa herida se ve muy profunda, tenemos que curarla...

—No te preocupes, estoy bien. Mi capacidad regenerativa es bastante buena. ¿Qué hay de ti? —inquiere, examinando mi rostro. Probablemente no tengo la mejor apariencia en este momento—. Lamento que hayas tenido que salir solo... no fui capaz disipar la magia de alienación y nos afectó a ambos. Al parecer el laberinto impide que cualquier otro tipo de magia funcione dentro de sus límites.

—Podría estar mejor... pero al menos estoy vivo.

—La misión del Laberinto no es matar a la gente. Aunque a veces algunos enloquecen y recurren al autoflagelo.

—Te creo, en serio —digo con un nudo en la garganta. Moon me obliga a mirar su rostro compungido al levantar mi mentón con su mano.

—Lo lamento, Hazel.

—Estoy bien. —Pero la voz se me quiebra y ya estoy llorando de nuevo. Esta vez soy yo quien comienza un abrazo, embadurnándome de su sangre caliente y de su aroma—. ¿Eres real, cierto?

—Lo soy. —Deja un beso donde inicia mi flequillo alborotado, y noto que también aprovecha la cercanía para inhalar mi olor—. Es aterrador conocer el propio interior, ¿verdad pequeño?

—¡Tenía mucho miedo! —lloriqueo—. ¡Fue horrible! ¡Alfa idiota, me dejaste solo!

—Lo siento, lo siento. Te prometo que lo enmendaré.

Quisiera saber cómo hará para enmendar la papilla en la que se convirtió mi cabeza. Se me ocurre algo al segundo.

—¡Quiero un cachorro!

El alfa me contempla con genuina sorpresa. Mi cara se calienta a la par.

—¡N-No me refiero a ese tipo de cachorro!

—Te haré todos los que quieras.

Sus manos se ciñen a mi cintura tras delinear con una caricia sugestiva mis laterales. Me retiro dos pasos hacia atrás, azarado.

EXTINCTION【Libro I】|Disponible en físico|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora