☽ Capítulo 7 ☾

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—¡Hazel, estás vivo!

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—¡Hazel, estás vivo!

Kuro se incorpora para lanzárseme con los brazos abiertos, pero Ouran arruina su intento de abrazo al atraparlo por el cuello de la camiseta.

—¡Oye! ¡Suéltalo! —le grito al alfa, dispuesto a golpearlo aunque me rompa la mano en el acto.

Moon alza su brazo para detenerme.

—Ouran, suelta al beta.

Su súbdito no se demora ni un segundo en acatar el mandato, liberando a mi amigo que esta vez logra concretar su acto.

Vierto un sinfín de lágrimas de alivio durante el abrazo firme que ninguno de los dos está dispuesto a aflojar.

¡Kuro está aquí! ¡Está totalmente sano!

—Oh, hombre—solloza, tallándose un ojo lagrimoso—. Temía que te hubiesen enviado al mercado negro.

—¡Y yo pensé que esas criaturas te habían cenado! ¿Qué haces aquí? ¿Y Lya? Dime que se encuentra bien...

Kuro gesticula, pero parece dudar antes de que algo salga de su boca. Sus orbes bailan entre Moon y Ouran con recelo, atreviéndose a preguntar bajito:

—¿Estos tíos son de fiar?

Moon alza ambas cejas. Puedo asegurar que entre ellas hay escrito un "eres patético" invisible.

—Si no fuéramos de fiar, tu cabeza ya no estaría unida a tu cuerpo.

La sangre en el semblante de Kuro se drena por el susto.

—Tranquilo, ladra pero no muerde —le digo.

Moon me sonríe a medias y me sorprendo a mí mismo devolviéndole otra sonrisa.

—O-Oh, cierto que ahora están casados.

Mi sonrisa se derrumba como si hubiese recibido el impacto de un misíl.

—Kuro, no seas ridículo, ¡¿dónde está Lya?!

—Vale, vale, está escondida junto con Nate a unos cien metros.

—¡Oh, gracias a los dioses! —Justo cuando todo se caía a pedazos, mis amigos me otorgan un puntal y un motivo para no morir de angustia.

—Ouran, ve a buscarlos. Tú, humano, nos acompañarás adentro. Lo siento, pero por ahora eres mi rehén —dice Moon, sin una pizca de lamento en su armoniosa voz.

—¿Q-Qué? No jodas...

Apoyo una de mis manos en el hombro de mi amigo, indicándole con mi expresión que obedezca. No es como que crea verdaderamente en Moon, pero no puede ser peor que los vrykolakas... ¿verdad?

Nos encaminamos hacia el castillo mientras que Ouran parte en sentido contrario. Tanto Kuro como yo hablamos de manera efusiva, queriendo contarnos todo en un lapso de tiempo récord que hace que nuestros vocablos se atropellen y formen una sola y casi eterna palabra. Advierto la cara de disgusto de Moon por la ruidosa cacofonía que hemos compuesto, pero me importa un cojón.

EXTINCTION【Libro I】|Disponible en físico|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora