☽ Capítulo 24 ☾

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—Realmente necesito ir al baño —le digo a Izuru cuando el recorrido finaliza y llegamos a la entrada del jardín

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—Realmente necesito ir al baño —le digo a Izuru cuando el recorrido finaliza y llegamos a la entrada del jardín.

Consigo convencerlo de que puedo ir solo y giro sobre mi eje para "seguir sus indicaciones", antes de botarlas y seguir mi propio camino. Izuru me alentó a que siga rebuscando bajo el polvo para encontrar respuestas, y eso mismo voy a hacer. Me dirijo hacia la sala donde se supone se encuentran mis amigos y Ouran, forzando mi memoria a recordar el trayecto exacto que nos llevó al jardín para desandarlo. Para mi sorpresa y alivio, mi sentido de la orientación parece haberse afilado por la práctica de vivir en el castillo, por lo que apenas tardo unos minutos en resolver los corredores laberínticos y toparme con el salón. Oigo a Kuro riendo tras las paredes rosa pastel y me apresuro a entrar, pero me llevo un chasco que destroza mis planes al instante y mis cejas se pellizcan.

—¡Oh, amigo!

—¿Dónde está Ouran? —farfullo mirando de lado a lado. La boca de Kuro se curva dudosa hacia abajo.

Nathan encoge los hombros y Lyanna me mira con precaución, notando la tensión en mi gesto.

Mierda, era un buen momento para hablar con Ouran, ahora que Taro e Izuru están entreteniendo a Moon. ¿Dónde se habrá metido? Lya se levanta cuando giro de vuelta con la idea de buscar al guardia que nos hizo de guía para interrogarlo a él.

—Hazel, espera.

—Estoy apurado.

—Tengo que decirte algo... ¡oye! —Me alcanza a mitad del corredor, observándome con una chispa de exasperación.

—Lyanna, ¿no puedes esperar a más tarde?

—Raegar Wealdath es peligroso —suelta.

Finalmente me detiene al asirme del brazo, provocándome un bufido de hastío.

—¿En serio? ¡Qué noticia! Realmente deberías mandar currículum al New York Times. —Intento seguir caminando, pero ella me intercepta.

—Siempre te pones así cuando hablamos de él.

—¿Así cómo? Joder —mascullo, al tope de mi genio—, en serio, tengo algo que hacer.

—¿Alguna vez te preguntaste qué ocurrió con su familia?

Aborto radicalmente mi segundo intento de evitarla, demasiado tocado por esa incógnita como para ignorarla. ¿Pero qué puede saber Lya, si ni yo he logrado dar con información fidedigna sobre Moon?

—¿No te parece extraño que sea el único Wealdath con vida? —sigue. Mi cabeza se acalambra de los nervios.

—Me dijo que no tenía familia. Y no, no me parece extraño. Yo soy el último Ghenova, así como Gil es el último Lothen y Moon el último Wealdath. Tuvimos mala suerte, al igual que tú y Nate —rebato, recordándole que los tres crecimos en un orfanato—. ¿A dónde quieres llegar? Si tienes algo que decirme, solo lárgalo. Tengo que encontrar a...

EXTINCTION【Libro I】|Disponible en físico|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora