La forma en que Ochako estaba viviendo estaba siendo cada vez más complicado. Soltó un suave suspiró mientras le levantaba el brazo a su madre y comenzaba a fregar con un trapo húmedo y comenzaba a hacer ejercicios con su madre.
Bostezó con suavidad y miró el reloj de la habitación. Aún quedaba media hora de descanso para que sus criaturas despertarán y comenzará el caótico día.
Y sólo eran las siete de la mañana con quince minutos. ¿Las niñas no se podían despertar más tarde? Miró la hora nuevamente y se preocupó de que Bakugo aún no había llegado.
-¿Estará aún en la misión de reconocimiento?
Estaba nerviosa desde lo que había sucedido con su madre. Soltó un suave suspiro mientras se recostaba en el sofá y miraba el techo, comenzando a contar las tablas.
No quería admitirlo pero estaba profundamente deprimida; su padre se había dado a la fuga, su madre no despertaba, sus pequeñas hijas, a pesar que eran su adoración, la cansaban tanto que le costaba respirar correctamente a veces. De hecho gracias a que había sido enviada por Aizawa al psiquiatra (en contra de su voluntad, porque ella consideraba que no estaba loca y debía admitir que era un gran error pensar así de la terapia) había descubierto que tenía ansiedad generalizada y un episodio depresivo bastante agravado, causando unos ataques de pánico muy intensos que podrían durar varios minutos.
Y para eso ayudaba la medicación que tomaba todos los días de manera casi sagrada.
Soltó un suave suspiro tranquilo al momento de sentarse en el sofá, intentando no quedarse dormida, lo que terminó por ocurrir. Sólo se despertó cuando Katsuki había entrado de manera apresurada sin limpiarse los pies y ni si quiera sacándose los zapatos.
-Chako, ¡estamos atrasados! Vamos, tenemos que ir a clases y aún no estás vestida.
-P-pero ¿y las niñas? -preguntó levantándose a tropezones mientras él la desvestía para colocarle el uniforme.
-Les pedí a mis papás si las podían cuidar. Igual podría quedarme aquí acostado contigo y no ir a clases. -Dijo mientras le daba una suave mordida en el cuello a la muchacha y dejaba una leve marca.
Ochako soltó un gemido mientras soltaba una leve risa y correspondía el beso con suavidad, pasando los brazos por el cuello de él.
Llevaban dos meses sin lograr tener mucha intimidad más que un par de besos por aquí y por allá, pero sabiendo la situación en la que estaban, ganas tampoco habían.
-Chaaako, es tu licencia de heroína, vamos, ¡Tienes que moverte!
-Katsuki, me irá mal. No he estado aplicada en nada desde que nacieron las niñas y ahora con mi mamá en este estado... Tampoco puedo dejar a mi mamá así.
-Quedarán con mis papás. Ya, vamos, a vestirte, Uravity. Además mi mamá cuidara de tu mamá. Mientras tanto solo necesitas que estés tranquila, sin las ruidosas criaturas del infierno que engendramos.
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S.O.S, ¡Bebé en camino! | Kacchako
FanfictionUna galleta ha arruinado la mañana de Ochako; aunque en verdad, fue una combinación de alcohol y fiesta. Ahora tiene que afrontar un embarazo en su último año de escuela y para peor; ¡con Katsuki Bakugo! A ella le gustaba el pero compartir un hijo y...