XIV

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La operación velas mágicas al parecer era más complicada de lo que se podía intuir

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La operación velas mágicas al parecer era más complicada de lo que se podía intuir. En papeles, solo debían juntar cosas para la fiesta y montarlo. Pero en la realidad se les hacía complicado por dos cosas. 

Ochako no podía estar cerca del humo de cigarro, y tampoco podía beber alcohol, a si que lo primero que Momo hizo fue decir que si querían fumar, tenían que ir al balcón, e incluso hicieron algunas impresiones con carteles de "no fumar" dentro de la sala común que tenían para estar juntos.  Pusieron guirnaldas rosa y verdes por todos lados hasta el pasillo de los ascensores, Kaminari estaba haciendo un ponche "muy especial" según él con ayuda de Sero en la cocina. Uraraka estaba ayudando haciendo pequeñas guirnaldas de flores. 

Por fin era catorce de febrero, qué día más feliz. . . realmente estaba incómoda. La noche anterior se encontró con Bakugo mientras ella intentaba subir las escaleras. Ambos se miraron un largo rato y terminaron por no hablarse, pero la ayudó a subir las escaleras y luego se fue. Ella quedó con la palabra en la boca. Quería hablarle, pero tampoco sabía de qué.  

—Tengo sueño. —susurró Ochako con suavidad, mientras frotaba su ojo. Se levantó y caminó hacía la cocina, quería un vaso de agua. 

Al llegar ahí pegó un grito fuerte, dio pasos nerviosos hacia atrás y terminó tropezándose, siendo atrapada por Sero antes de que cayera con las cintas. 

—POR DIOS.

—¡NO DIGAS NADA!

—OH POR DIOS. 

Kaminari le estaba suplicando con la mirada y las manos juntas, Ochako se tapó la boca, sonrojada a más no poder. Pasó a tapar todo su rostro, en un vago intento de que no la vieran.  

—¿OCHAKO-SAN? ¡escuchamos gritos! ¿estáis bien? 

Miró a Kaminari, y estaba tan nervioso que le terminó dando pena. 

—S-Solo tropecé. Sero-kun me atrapó antes de caer. 

—Oh Dios, muchas gracias, ¡tienes que tener más cuidado Ochako-san! 

—No tropecé porque quería. —comentó ofendida pero agradeció a Momo con la mirada. 

—Si, ¿quieres venir a ayudarnos? así te distraes, te ves algo alterada. 

Ochako los siguió para sentarse. Realmente le costaba mantener el ritmo y sólo tenía catorce semanas de embarazo. Aunque intuía que era porque aún no se encontraba lista. Todoroki llegó a ayudar y pegar entre ellas las guirnaldas que estaba haciendo Ochako y Aoyama estaba colocando muérdagos con brillantina.

—Ocha-san, ¿que pasa? Últimamente estás apagada — Preguntó Momo preocupada.

—Estoy. . .no lo sé, asustada. El asunto de tener de pronto tres hijos asusta, realmente sí. No me siento preparada y tampoco creo estarlo en un tiempo. . .yo. . . no sé que hacer. — confesó sintiendo sus manos temblar. Todos dejaron de hacer las cosas que estaban haciendo y se acercaron a Ochako intentando darle apoyo. 

S.O.S, ¡Bebé en camino! | KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora