Una galleta ha arruinado la mañana de Ochako; aunque en verdad, fue una combinación de alcohol y fiesta. Ahora tiene que afrontar un embarazo en su último año de escuela y para peor; ¡con Katsuki Bakugo! A ella le gustaba el pero compartir un hijo y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eran vísperas de San Valentín, y los pasillos de la residencia de la UA estaban decorados con guirnaldas rosadas y corazones de papel. Todo olía a frutas, habían tantas decoraciones que a Ochako le hicieron arrugar la nariz y reir emocionada.
Siempre le había gustado el día de San Valentín, era bonito, porque siempre lo celebraba con sus amigos pero ahora todos parecían tener sus propios problemas amorosos, los cuales la castaña estaba sentada escuchando a Momo conversar con Todoroki de manera nerviosa.
—Y-Ya sabes, me gusta.
—Sí, me lo has dicho un millón de veces, Yaoyorozu. —Todoroki alzó la ceja, entre serio y divertido.
—Pero no sé como hablarle.
—Regalale chocolates, eso siempre ayuda, Momo-chan. —intervino Ochako viendo la incapacidad de Todoroki de ayudarla más.
—¿Y si no le gusta el chocolate?
—¿A quien no le gusta? Digo, sé que hay gente que no le gusta pero no creo que este sea el caso. Además, no pierdes nada intentándolo.
—Mi dignidad.
—No seas tonta.
Vio que su compañera asentía y huía rápidamente cuando llegó Kyoka y eso hizo que la castaña soltara una risotada escandalosa. Todoroki también terminó riendo al lado de su amiga.
—¡Chicos ayúdenme!
—Aquí vamos de nuevo. —susurró el bicolor entre risas.
Tras escuchar los problemas de Kyoka e intentar darle solución, ambos terminaron sentados en el sofá de la sala comunitaria que tenían.
—¿celebrarás San Valentín? —preguntó Todoroki y Ochako negó con suavidad.
—O sea, sí, pero con ustedes.
—¿con Bakugo no?
—No. —respondió de manera tajante. — ¿tú por fin le dirás algo a Deku-kun?
—No sé que estás hablando. —dijo, mientras le miraba feo.
Ochako soltó otra risotada divertida y cerró los ojos para descansar un par de minutos hasta que volvió a escuchar una pregunta.
—¿cómo vas con el embarazo?
—Bien, creo. Pero. . . realmente no quiero hablar de eso, Todo-kun.
—¿HAGAMOS CHOCOLATES? —el grito de Mina los interrumpió mientras atrás de ella estaban el resto de sus compañeras y unos avergonzados -de manera muy evidente- Denki y Deku.
—¡Sí!
—No tenemos chocolate.
Todos miraron a Todoroki como si fuera un nuevo descubrimiento, y descubrieron que sí, tenía razón.
