XI

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Buenas noches- saludé al llegar a la casa, estaba algo cansada por mis clases de hoy. Sin embargo, no pude evitar notar que nadie me respondió y que inclusive Leo estaba callado- ¿ocurre algo?- pregunté

Jhon Blythe- dijo mi papá y levantó su mirada, al escuchar ese nombre mi sonrisa se borró

¿Se puso mal?- pregunté- tenemos que ir a verlo, a apoyar a Gilbert- volví a coger mi abrigo para ponérmelo

Hija, Jhon Blythe falleció- volvió a hablar mi papá, dejé de hacer lo que estaba haciendo y quedé viéndolo- hace unas horas nos lo comunicaron, falleció al medio día- la primera lágrima empezó a bajar por mi mejilla. Jhon Blythe fue un gran hombre, él nos cuidaba a Eric y a mí cuando mis padres comenzaron a hacer sus viajes a Inglaterra junto a mi abuela, nos contaba sobre sus viajes y aventuras, quizás la mayoría de cosas que sabemos de geografía y las historias de cada lugar las sabemos por él- mañana es su funeral

Tenemos que ir ahora, debemos apoyar a Gilbert, impedir que.....- seguía hablando, estaba en shock, mi papá estaba abrazando al pequeño Leo y mi abuela estaba callada, después de todo, quizás con aquel hombre se fue uno de los últimos recuerdos de su hija. Eric por su lado se paró y evitó que saliera corriendo de la casa, me abrazó lo más fuerte que pudo- debo ir, por favor- dije entre los brazos de Eric

Debemos darle su espacio, acaba de perder a la persona más importante para él en el mundo- me dijo Eric mientras me acariciaba el cabello, yo dejé de resistir y dejé que Eric me abrazara más fuerte, porque nosotros sabíamos que era perder a un padre y de alguna forma esos sentimientos que vivimos hace tres meses había regresado a nosotros

(....)

La mayoría de habitantes de Avonlea, desde el más pequeño hasta el más grande. Todos caminábamos en fila, al llegar al lugar donde iban a enterrar al señor Blythe, mi familia iba adelante, intentando darle apoyo a Gilbert para que se diera cuenta de que no estaba solo

Después de algunas palabras que ofreció el ministro antes de que enterrarán el ataúd todos se fueron, estaba agarrada del brazo de Eric así que me solté de él, dándole a entender que me quedaría un momento con nuestro amigo, ver su silueta sentarse en el banco para ver cómo le echaban tierra al ataúd me hizo tener un vago recuerdo y sabía que él de algún modo quería a alguien que le dijera que todo estaría bien, a pesar de qué tal vez ese no fuera el caso, alguien que lo abrazara, y, si no quería eso también estaba dispuesta a darle su espacio

Si no quieres que esté aquí solo tienes que decirlo y me iré- le dije mientras me sentaba a su lado y miraba al frente

No, quédate- me dijo mientras volteaba a mirarme, le regalé una pequeña sonrisa y le tomé la mano para dejar un pequeño beso en ella- lo voy a extrañar

Lo sé- le dije y apoyé mi cabeza en su hombro- pero por nada en el mundo olvides que siempre estará acá- puse mi mano en la parte en la que se encontraba mi corazón- y aquí- puse la otra en la cabeza

Gracias- me sonrió- ¿te puedo preguntar algo?

Ya lo hiciste- le sonreí haciéndolo reír un poco- pregunta- le dije

¿Cuánto tiempo te costó no pensar en tu mamá?- preguntó, yo me quedé en seco- si quieres no contestes, fue muy desconsiderado de mi parte

Nono- lo paré- puedes preguntarme lo que sea- suspiré antes de responder- no dejo de pensar en eso, cada minuto, segundo y milisegundo está presente en mis pensamientos- le dije- en cada cosa que hago, ella siempre estará- lo miré- eso es lo que importa, no podemos dejar de pensar en ellos, porque ellos pensaron en nosotros  hasta en el último segundo que estuvieron en este mundo- ahora él me miró

¿Y como deja de doler?- botó una lágrima

Solo aprender a convertir ese dolor en fuerza- le respondí- en esa fuerza para seguir adelante, tu papá no habría querido que tú te estancaras, llorando toda la vida por él- volví a ver al frente

¿Me ayudarás a convertir ese dolor en fuerza?- preguntó de nuevo

Yo siempre estaré cada vez que me necesites, Blythe- le sonreí, en ese momento comenzó a nevar, Gilbert y yo aprovechamos para quitarnos nuestros guantes y sentir los pequeños copos de nieve caer en nuestras manos y así estuvimos por un buen rato

(....)

¡Lizzie!- Leo salió corriendo de la residencia Blythe mientras se agarraba de la mano de Anne, al llegar a donde estábamos Gilbert y yo- te demoraste mucho- lo alcé con mis brazos para que estemos a la misma altura

Ya debo entrar- le dije a Gilbert- cualquier cosa, ya sabes dónde está mi casa- le dejé un beso en su mejilla- dale un beso a Gilbert, Leo, él necesita mucho amor- Leo me sonrió y lo acerqué un poco más a Gilbert para que le dejara un beso en la mejilla- nos vemos adentro, Anne- le sonreí a mi amiga pelirroja

Nos vemos, Lizzie- me sonrió y se quedó hablando con Gilbert

Él te gusta- me dijo Leo y yo lo miré- y tú le gustas a él

¿Quién?- pregunté- ¿Gilbert?- él asintió- claro que no, es mi amigo, además a él le gusta Anne

Podré ser pequeño, pero me doy cuenta de más cosas que los adultos- me dijo

¿Ah si?- pregunté divertida- ¡¿te ibas a dar cuenta de esto?!- lo bajé de mis brazos y le comencé a hacer cosquillas, cuando me dí cuenta de que estaba haciendo bulla, decidí dejarlo

Eres cruel- me dijo- así te quiero- dijo para de nuevo alzar los brazos para que volviera sostenerlo entre los míos

Exacto, así me quieres- le dí un beso en la frente

Continuará...

ELIZABETH | Gilbert Blythe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora