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Al día siguiente, estaba escondida en el cuarto que estaba en el salón mientras lloraba. No hace mucho me había bajado por primera vez mi periodo y nunca me había manchado, bueno, hasta ahora

¿Lizzie?- me preguntó la señorita Stacy al entrar a donde estaba. Yo me limpié las lágrimas al verla- ¿Que pasa?, todos me estaban preguntando por ti, y resulta que estabas acá

No me siento bien- dije mientras trataba de limpiar mis lágrimas

Lizzie...- me dijo la mujer mientras se agachaba para acariciar mi cabello- ¿Quieres decirme qué pasa?

Me manché- dije al mirarla a los ojos- Estoy con mi periodo y me manché- dije volviendo a llorar

A todas les pasa. A mí me pasa- me dijo con una pequeña sonrisa

No, no a mí. Yo lo estaba haciendo bien- dije en un tono algo molesto- Mi mamá y mi abuela me prepararon para cuando me viniera, yo...

Si, estoy segura de eso. Ellas desde donde estén deben de estar complacidas por cómo has reaccionado ante todo esto- me dijo, pero al ver que no respondía volvió a hablar- ¿Tienes cólicos?

Un poco- respondí con algunas lágrimas corriendo por mi rostro aún

¿Te parece si mando a alguien a que busque a tu padre a tu casa?- preguntó

Por favor- respondí

Está bien- me dijo- Te quedarás aquí, ¿no?- yo solo asentí

No hay problema. Después veremos como te pones al día- me dijo- Tú solo tranquilízate, todo estará bien

Gracias- le regalé una pequeña sonrisa

No hay nada que agradecer, Lizzie- me sonrió antes de volver a salir por donde entró

(....)

Gracias, Dorotea- le sonreí a la mujer

Siempre te ayudaré, Lizzie- me sonrió antes de salir de mi cuarto

Yo estaba echada en mi cama para luego agarrar el diario de mi mamá y seguir leyendo desde la página en la que me había quedado

Papá había ido a recogerme a la escuela y me había traído a la casa para que pudiera descansar

¿Te sientes mejor?- me preguntó papá mientras me alcanzaba una taza con una infusión adentro

Algo- le sonreí

¿Por qué no me dijiste que ya te había venido?- me preguntó

No creí que...- le estaba diciendo, pero me interrumpió

Que entendiera lo que estabas pasando- me sonrió con pena- Tienes razón, muchos hombres no lo entendemos, pero pude haberlo intentado

Lo siento- me disculpé mientras tomaba la infusión

No, tranquila. Sé que no tenías alguien quien te pudiera ayudar- me miró

Dorotea me ayudó- le sonreí

Si, menos mal que no estaba fuera de la casa- sonrió

En ese instante se oyó que alguien tocaba la puerta

¿Quién será?- preguntó papá mientras me miraba

Bajemos para ver- le dije. Ambos nos levantamos de mi cama para luego bajar las escaleras

Bash- miré sorprendida al mencionado- ¿Cómo estás?

Hola, Lizzie, Nathaniel- nos regaló una pequeña sonrisa- ¿Puedo pedirles un favor?

ELIZABETH | Gilbert Blythe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora