Capítulo 1

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No, no, no y otra vez no.

Me retorcí por quinta vez consecutiva en la cama, cubriendome hasta la cabeza con las mantas como sí de esa forma el universo tuviera piedad de mi y me hiciera desaparecer aunque sea un corto lapso de tiempo. O al menos el suficiente como para que todos se olvidaran de aquel jodido rumor.

Y es que todavía no podía sacarme de la cabeza el ¿Cómo carajos llegué yo a parar en esas cosas? ¡Sí soy un jodido don nadie, amante de los libros y de la limpieza que con las únicas personas que llegué a interactuar en casi toda mi vida, dentro del ámbito escolar, es con la cuatro ojos y el cejotas! ¡Y no es precisamente porque quisiera!

Bufé contra la almohada.

Bueno, al menos tenía que verle el lado positivo... aunque la realidad es que no tenía ningún lado positivo.

El día anterior en serio había sido una completa tortura después de que salieron con eso de los correos que nos implicaban a Jaeger y a mi. Ya que casi todos en la escuela me miraban constantemente y sin ninguna especie de disimulo, como sí su verdadera intención fuese hacerme sentir incómodo, cosa que ciertamente habían logrado. Además de que de camino a casa podía sentir como mi teléfono vibraba a cada segundo en el interior de mi mochila, dándome una vaga idea del porqué de ello.

Y eso lo confirme cuando lo desbloquee, topandome con la sorpresa de que tenía más de quinientas notificaciones provenientes de las pocas redes sociales que poseía, siendo la mayoría por parte del alumnado preguntándome sí era cierto lo del rumor, algunos comentando en posts referentes a eso lo ridículo que era por interesarme en alguien que jamás me tendría en cuenta, otros criticando mi aspecto, algunas chicas mandándome amenazas de muerte sí es que se me ocurría acercarme más de la cuenta a su "modelo Alemán" e incluso algunas personas me mandaban ánimos para que lograra enamorar al susodicho... ¡¿Pero qué clase de mierda era todo eso?!

Lo peor es que después de leer todo, decidí mejor no entrar a ninguna red y dedicarme a hacer otra cosa; pero como siempre, la idiota de Hanji aparecía y digamos que no estaba siendo de mucha ayuda, ya que lo único que me enviaba eran puros mensajes preguntándome qué tan cierto era lo del rumor, pasándome capturas de lo que se hablaba de mi en facebook y diciéndome que Eren y yo no haríamos tan mala pareja, ¿Es que acaso estaba buscando que me pusiera más furioso de lo que ya estaba?

Al final, también opté por no responderle los mensajes a pesar de que escuchaba la bandeja de entrada llenarse con cada segundo que transcurría.

Y es que haciendo un análisis de todo el tema, la verdad es que nunca me había afectado lo que pudieran opinar de mi; es más, ni siquiera me molestaba en tenerlos en cuenta porque yo no era de los que mendigaba amor o aceptación social. No, eso era para estúpidos.

Yo adoraba mi tranquilidad. Adoraba que todos ni siquiera reparasen en mi presencia porque eso sólo provocaba que me ahorrara el tener que relacionarme con otras personas o el verme obligado a participar en  conversaciones que no eran de mi agrado cuando podría estar haciendo mejores cosas como: limpiar la casa por quinta vez en el día, por ejemplo.

Sin embargo en un abrir y cerrar de ojos todo se había ido por la borda. Porque ahora mi nombre estaba en la boca de casi toda la escuela, y lo peor es que desde distintos puntos de vista que de igual forma me dejaban parado en el pedestal de los ridículos.

No obstante, al menos me consolaba el hecho de que tranquilamente podía negarlo sí me llegasen a interceptar de nueva cuenta a mitad de los pasillos, porque la realidad es que todo era una jodida mentira de la que yo mismo podía dar crédito.

Y ahí se encontraba otra duda que me había estado carcomiendo la cabeza hasta la madrugada.

¿Por qué justo se les había ocurrido emparejarme con Jeager? O sea, podía entenderlo sí lo hacían con Erwin o hasta con la loca de Hanji (aunque en verdad me desagradaba la idea de formas colosales) ya que eran los únicos con los que me juntaba, ¡¿Pero con Eren Jaeger?! ¡Sí ni siquiera había cruzado una palabra con él más que un hola y adiós que daba por pura educación al encontrarmelo algunas veces con su única presencia en el salón por haber llegado temprano!

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