Capítulo 16

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Creo que ahora sí que me estaba sintiendo como un completo niño, o más bien una pequeña ave, que aún no podía abrir las alas y abandonar el nido y con ello a su pobre madre.

Y es que apenas puse un pie en el interior del departamento de Eren, prácticamente me congelé. Observando detenidamente y con de algo sorpresa aquel espacioso y cálido ambiente de un estilo moderno, paredes de color rojo tinto y muebles obscuros pero relucientes que hacían que todo se viera incluso más lujoso de lo que ya aparentaba.

Lo que me daba una clara idea de que el titán no era una simple persona de clase media. ¿O sino de qué otra forma habría podido costear aquel piso que seguramente valía el triple que mi propia casa? Tan sólo que contara con algún empleo con buena remuneración o sus padres se lo hubiesen comprado, cosa de la que tenía mis dudas teniendo en cuenta que él parecía demasiado independiente y orgulloso como para siquiera permitirse recibir algo de alguien más.

—¿Te gusta?—Me preguntó mientras cerraba la puerta. Seguramente por la expresión de infante dentro de juguetería que había puesto.

Le asentí, tomando asiento en el gran sofá de cuero que me había ofrecido con un gesto de su mandíbula en dirección a él.

—Vaya, no puedo creer que el rebelde Eren Jaeger viva en un lugar como éste.—Comenté al aire, observando de soslayo como depositaba su chaqueta en el perchero de la entrada, dejándolo sólo con esa camisa color blanco de la que se preocupó por subirse un poco las mangas hasta la altura del pliegue del codo y a abrir los tres primeros botones de la misma.—Admito que es lindo, pero como que difiere un poco de tu personalidad.

Resopló divertido, dejando su mochila cerca de la mía para posteriormente prender la enorme televisión de pantalla plana y de paso apagar las luces del lugar; dejándonos casi totalmente a oscuras sí no fuese por la iluminación del aparato frente a nosotros junto con el tenue resplandor que emitía la sofisticada lámpara que se encontraba colocada en la superficie del mueble contiguo al sofá.

—Digamos que mis gustos nunca van de la mano con mi imagen, aunque seguramente pienses lo contrario sí llegaras a verme en otras circunstancias—Me respondió con la voz algo ronca, dejándose caer de lleno a mi lado a la vez que apoyaba la cabeza en mi regazo.—¡Mierda! Sí que a Muller le llegó la inspiración hoy—Hizo una mueca, estirando un poco su cuello para hacerlo tronar.

—Lo sé, vi como al parecer estaba disfrutando el hecho de verlos agonizar.—Una de mis manos instintivamente se fue a su cabello, como había hecho muchas veces anteriores, para sentir esas suaves hebras castañas entre mis dedos. Él cerró los ojos, sonriendo levemente.—¿En serio quieres que me quede? ¿No deseas mejor irte a dormir?

Al instante negó exageradamente, acción que me pareció un tanto extraña; tomando posteriormente el control remoto para seleccionar alguno de los íconos pertenecientes a programas dedicados a ofrecer películas y series de todo tipo.

—Sólo quiero estar así... contigo—Susurró, pasando una de sus manos por el lateral de mi muslo.—¿Qué quieres ver, bonito? Hay de todo un poco para elegir.

A pesar de que tenía un leve presentimiento debido a sus gestos notablemente decaídos en comparación a lo que era su personalidad habitualmente, lo cual asocié con el extremo cansancio que debía estar experimentando a causa de todos esos días en los que lo habían martirizado con excesiva actividad física, le terminé asintiendo ligeramente. Ayudándole a elegir una película en particular en lo que seguía paseando las yemas de mis dedos por sus cabellos y pensando vanamente en lo agradecido que estaba en parte por escucharlo expresar que quería que me quedase con él esa noche.

Porque su leve ausencia los anteriores días, en serio me había dejado un tanto afectado.

La película, que resultó ser una de terror, transcurrió de forma bastante tranquila. Sí es que se le puede llamar así al hecho de que la mayor parte del tiempo nos estuvimos acariciando mutuamente, él robándome algunos besos cuando me encontraba distraído y también compartiendo unos buenos momentos de risas ya que definitivamente ciertas escenas de la filmación nos resultaban más como partes de una comedia de mala calidad que otra cosa.

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