¿Escuchaste El Rumor? #1

Capítulo 5

Me encantaría poder decir que ese fatídico día había pasado volando y que a pesar de todo logré dormir de lo mejor.

Pero eso sería estar mintiendo de la peor forma posible.

Y es que en toda la maldita noche no había logrado pegar un ojo por estar dándole vueltas constantemente a las cosas que habían ocurrido. Ni siquiera tuve ánimos para contestar los múltiples mensajes de la loca de mi mejor amiga que me cuestionaba los detalles acerca de mi encuentro con el sex symbol de la Universidad. Detalles que de seguro a ella le encantarían, sí es que primero me creía claro, pero que yo no deseaba siquiera mencionar... o recordar.

Lo peor es que todavía había un asunto que no podía pasar por alto, y esté no tenía que ver con las acciones de Eren. O bueno, no tanto. Y era que todavía teníamos pendiente el trabajo de matemáticas, aunque también poseiamos tiempo de sobra para hacerlo. De todos modos, no me sentía muy cómodo con la idea de volver a encontrarme con él en una situación en la que nos tuviéramos que quedar completamente solos.

No, ni loco me quedo solo con ese psicópata de nuevo. De sólo imaginarlo me dan escalofríos.

Pero tampoco quería hacer únicamente yo el trabajo, como para darle el gusto de que lo aprobaran por mi causa después de haberse divertido de lo lindo conmigo.

Al final, no llegué a ninguna conclusión en todas esas horas. Por lo que terminé optando por levantarme apenas mi alarma sonó para prepararme para ir a la Universidad, cosa que no me tomaba mucho tiempo realmente ya que ni siquiera intercambiaba una palabra con mi madre, debido a que no se encontraba en casa a esas horas por su trabajo.

Ella era enfermera en un Hospital que se encontraba en el centro de la ciudad, por lo que generalmente hacía guardias en donde no aparecía en toda la noche y parte de la mañana. Su turno finalizaba cuando yo ya estaba en la Universidad, momentos en los que ella aprovechaba para recuperar todo el sueño que había perdido y así recargar baterías para la próxima, por lo que prácticamente ni siquiera nos veíamos. Sólo a veces a la hora de la cena y los fines de semana, lo que era verdaderamente triste porque en serio deseaba pasar al menos unos segundos con ella.

Cuando terminé de desayunar, corrí a lavarme los dientes para posteriormente tomar mi mochila, las llaves y darle un rápido vistazo a mi imagen en el enorme espejo de la sala para por fin retirarme más tranquilo.

Al menos agradecia que el día estuviese nublado, porque era el término medio perfecto en cuanto a clima. Ya que odiaba los excesos como los fríos intensos que te calaban los huesos o los calores infernales que hacían que sudaras de forma incontrolable.

Emprendí mi camino con calma. Después de todo, había salido bastante temprano, por lo que me permitiría relajarme un poco y quizás lograr distraerme con algo.

Aunque no estaba resultando.

Porque por más que no quisiera, mi cabeza automáticamente volaba a las otras cuestiones que me hacían sentir como sí una avalancha estuviera a punto de caerse sobre mi.

Por un lado, sabía que los rumores que me tenían como protagonista continuarían circulando entre todos, y no sé en qué tiempo culminarian estos pero no se veía como algo muy cercano. Además, según lo que llegué a leer por parte de la loca ya que me rehusaba a ingresar a mis redes sociales, era que la mayoría se preguntaba qué había pasado entre Eren y yo el día de ayer, ya que al parecer varios se habían presentado en la biblioteca con la intención de observar nuestros movimientos pero como no habíamos ni pintado allí; la duda creció de formas descomunales entre los grupos de chismosos.

Misma duda que tenía Hanji, y la cual ya me estaba oliendo que me sacaría a como diera lugar. Aunque todavía no sé sí estoy preparado para contarle cómo fueron los hechos... y no es que no le tenga confianza en ese sentido, sino que es muy pasional con algunos temas y a veces, inconscientemente, se le escapan cosas. Y no, definitivamente no quiero que nadie se entere de lo que pasó.