Capítulo 20

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¿Cómo podría describir mi situación actual?

Pues... extraña.

Haciendo un resumen de todo lo que aconteció: podía decir que efectivamente Ymir junto con Historia habían tenido la decencia o, más bien la buena acción de llevarme en el auto de la primera hasta mi casa, en donde por primera vez en mi vida, agradecí que no estuviera mi madre porque la descomunal forma en la que me había quebrado en mitad de la sala, seguramente la hubiese asustado tanto o más que cuando mis amigos veían a mi tío Kenny cuando sólo éramos unos niños.

Y hablando de mis amigos... la mayoría había estado tratando imperiosamente de contactarme, y eso lo sabía gracias a las innumerables llamadas y mensajes de texto que llegaban a mi casilla con una gran rapidez, casi como sí ni siquiera estuvieran pensando o analizando las cosas que me escribían y directamente las mandaban. De todas formas, no les contesté. No tenía ánimos de hacerlo ni mucho menos intentarlo y que al final ellos tuviesen que verme de está forma tan lamentable.

Porque otra realidad era que ninguno de ellos me había visto "llorar" en todos esos años en los que nos conocíamos. ¿La razón? Ni siquiera yo la sé, sólo que desde pequeño había mostrado tener un carácter tan firme y serio que ni la tontería más mínima que pudiera hacer llorar a un niño promedio, por obvias razones, lograba hacerme reaccionar de la misma manera. Incluso mi mamá muchas veces me comentó en son de broma que las únicas veces en las que había llorado fue cuando apenas y era un recién nacido, porque ni siquiera siendo un bebé de meses lograban sacarme ese "lado". Siempre había sido tranquilo, hasta ahora...

La verdad es que todavía no comprendía porqué lo de Eren me había afectado de tal manera como para hacerme soltar unas horrendas lágrimas, que de por sí no tenían ningún sentido. Porque... ¿De qué me servía llorar cuando la situación no era como me agradaba? ¿Acaso las lágrimas solucionarian mágicamente todo? No. Jamás pasaría eso.

Aunque sí servían como una buena manera para desahogarse.

Regresando a lo anterior. El fin de semana había pasado volando, y cuando llegó el lunes, con un gran pesar en mi pecho, tomé la decisión de ausentarme al menos por ese día. Después de todo, una falta no afectaría mi perfecto historial académico.

Sin embargo, aquello inevitablemente me llevó a ser sacudido de nueva cuenta por los cuestionamientos de mis amigos que me amenazaban con caer en mi casa sí es que no les contaba lo que me estaba pasando. Cosa que en parte me confundió un poco, ya que por lo que había pasado el sábado, estaba seguro que todo el mundo ahora sabía que me le había abierto de piernas a Jaeger. Sí, tal y como él lo dijo.

Y ante mi duda, y al leve grado de masoquismo que creía tener muy escondido dentro de mi, saqué valentía de quién sabe donde y abrí mis redes sociales esperando encontrarme con millones de post hablando sobre el tema e incluso comentarios burlándose de mi o hasta amenazas, porque en este punto ya podía esperarme cualquier cosa. No obstante, y para mí gran sorpresa, las cosas estaban tranquilas.

Sí, se estaban hablando de otros chismes y de los acontecimientos que ocurrieron en la fiesta. Más ninguno de ellos mencionaba el dichoso vídeo, ni tampoco algo que tuviera que ver con nosotros.

Lo único que en lo que sí había estado presente el nombre de Jaeger era en un post en donde comentaban acerca de la fuerte discusión que había tenido con Mikasa, de la cual no se contaban muchos detalles pero sí que había sido bastante fuerte por los gritos de ambos. Lo que irónicamente hizo que se le diera como título: "Eren Jaeger y Mikasa Ackerman: ¿En una discusión de pareja?" Cosa que hizo que inconscientemente rodara los ojos.

Hablando de eso, otra cosa que podía afirmar ahora era que Mikasa era una completa loca. Pero... una con sus respectivas razones; y eso me hacía respetarla y hasta tenerle un poco de lástima ciertamente.

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